domingo, 9 de abril de 2017

UN LIBRO PARA ELLAS, Bridget Christie

 
 
 
TITULO: Un libro para ellas
AUTOR: Bridget Christie
EDITORIAL: Anagrama
GENERO: Narrativa/Feminismo/Humor
EDICION: Tapa blanda con solapas
AÑO: 2017
PAGINAS: 360
 
 
 
SINOPSIS:
 
 
Bridget Christie es una humorista sin pelos en la lengua, célebre en el Reino Unido por sus monólogos teatrales, en los que denuncia el machismo que sigue imperando en la sociedad contemporánea y reflexiona sobre la condición femenina. Y, para sus agudas reflexiones cargadas de sarcasmo quedasen negro sobre blanco, una editora le pidió que escribiese todo eso que explica, parodia y condena sobre un escenario.
 
El resultado es este libro, entre la evocación de vivencias personales y el panfleto descacharrante.
 
  
 
OPINIÓN PERSONAL:
 
La incursión sobre los textos con una temática claramente feminista es algo que parece vivir una “nueva moda”.
Por un lado puede parecer algo frívolo decirlo de semejante manera, pero lo cierto es que empieza a incrementarse el interés del público y no solo el femenino por tomar conciencia y por querer saber más sobre el movimiento de dicha causa. Y esto es algo positivo. Muy positivo. Así que bienvenida sea la nueva moda y la oleada de nuevos textos interesantes y formadores.
 
El primer libro de dicha temática llegó a mí hace unos meses y fue con la gran Caitlin Moran. Desde sus primera páginas logró conquistarme y es tarea pendiente hacerme con el resto de su obra. La comparación entre Moran y Christie era obvia y Bridget no oculta en ningún momento su inspiración y admiración hacia la escritora.
 
Si hay algo característico en este libro es que todo él está impregnado con un tono muy característico de humor tan sarcástico como agudo. Christie tiene chispa y eso es innegable.
 
Una de las cosas que más me han gustado es que no se declara una conocedora profunda de todo cuanto significa el feminismo, sino que nos cuenta su experiencia cuando entra en conciencia sobre la materia a través de un momento algo extraño que comenta abiertamente en el prólogo. Y lo advierto es tan extraño como surrealista, al menos como comienza a explicarlo.
 
 
La autora en la Introducción comienza haciendo gala de todo su arsenal con una frase contundente:
 
“No era mi intención hablar de pedos en este libro. De hecho mi intención era evitarlo a toda costa”.
 
Sí. Tan sorprendidos como me quede yo con semejante comienzo y lo peor es que no sabía hacia donde podía degenerar empezando de esta manera tan escatológica.
Lo curioso es que tal afirmación viene precedida por una explicación donde es fácilmente tener en cuenta el cabreo y la consecuente concienciación de Christie hacia lo que estaba siendo un trato vejatorio y machista en una situación que debería ser completamente normal.
Todo esto conlleva a una fecha que es clave: el 30 de abril de 2012. Este fue el día en el que el incidente del pedo en la librería la convirtió en militante.
 
Aquí no he tenido la sensación de leer un ensayo tosco y denso, sino de estar sentada con una desconocida y que me fuese contando sin ningún tipo de control y concierto sobre el orden tanto experiencias e impresiones de su trayectoria como humorista y su visión como mujer del mundo que le rodea.
 
Bien es cierto que a pesar de ser una humorista muy conocida en su país es una completa desconocida para mí y a lo largo del libro hay numerosas referencias hacia personalidades que de igual modo en mi intelecto están en el más absoluto de los desconocimientos, a pesar de eso el relato sigue siendo igual de interesante.
 
Hay momentos extraordinarios, como aquel que en un episodio de la serie de telerrealidad The only way is Essex reflexiona sobre dos de sus protagonistas, el botox y la noche de trivial. Así como el paralelismo que haya en el minimalismo tanto en casas como en vaginas.
 
Otro de los temas a tratar es como encontramos el feminismo a día de hoy:
 
“En esto se ha convertido el feminismo hoy. Esto es lo que piensa la gente de la lucha por la igualdad. Que es irrelevante, superflua e inútil. Algo que no vale ni un pedo”.
 
En el primer capítulo vuelve a presentarse y es cuando después de habernos contando su epifanía con la introducción al movimiento feminista comienza a explicarnos cuales fueron sus comienzos en el mundo del humor y cómo fueron sus primeros espectáculos. Esa conversión lo cambió todo y para mejor brindándole celebridad e incesante trabajo.
Al poner de manifiesto la desigualdad de la que había sido consciente y exponerlo con crudeza fue algo novedoso y fresco y de igual modo que ella tomo consciencia en un momento determinado otras muchas personas lograron hacerlo a través de su espectáculo A bic for her.
 
Tal y como ella misma dice, no hacía nada nuevo, nada que no se hubiese dicho antes pero que al hacerlo en forma de humor a través de espectáculos cómicos y no hacerlo de forma seria, sino lúdica en espectáculos para dicho fin y no para filosofar sobre el asunto fue lo que marcó la diferencia.
 
 
 
 
Especialmente interesante es su reflexión sobre el feminismo como el mal de nuestro tiempo y es justo donde tira de archivo y explica mediante datos históricos ese falto mito de la quema de sujetadores. Otro punto que merece atención es quien puede y quien no ser feminista.
 
De igual modo se interna en los cuatro principios básicos del feminismo que termina reduciendo a uno. Tal y como argumenta, no es este el lugar donde adentrarse y profundizar en las olas del movimiento feminista para ello nos marca unos títulos muy interesantes al final del libro para que podamos consultar todo tipo de documentación y abordar el tema más profundamente.
 
Lo mejor de este libro es que te abre la mente. Te hace tener conciencia social.
 
Aprovecha para revelar su situación como humorista y siendo mujer en los monólogos cómicos. Y la cantidad de críticas sexistas que ha tenido que aguantar y tolerar para seguir adelante en su profesión.
 
Es capaz de hablar de la industria sexual en el movimiento feminista, de cómo la mujer ejerce el control sobre su cuerpo o relatar qué le parece el tratamiento de la cirugía estética.
 
“Si no empezamos a valorarnos como algo más que mercancía, si seguimos fiando nuestra felicidad y nuestras aspiraciones al aspecto físico, todo lo conquistado hasta ahora habrá sido una tremenda pérdida de tiempo. ¿De qué sirve denunciar la opresión de la mujer si nosotras somos las primeras en ejercerla?”
 
No deja de lado el tema de la maternidad, de la estigmaticación del propio término feminismo y en todo un clásico de como las mujeres critican a otras mujeres.
 
Especialmente he disfrutado sus líneas sobre la belleza.
 
“No digo que no debamos admirar la belleza. Por supuesto que debemos admirarla. El mundo necesita belleza”
 
Otro momento destacable es la anécdota que cuenta en un supermercado y reflexionando sobre el (nulo) impacto que causan las imágenes hipersexualizadas de la mujer hoy día. Deja muy patente su frustración al respecto al no sentirse comprendida con respecto a la nula atención que se le presta a este hecho y a la normalidad que se le da algo que debería no serlo. De igual modo algo que me ha resultado estimulante cuando habla de la diferencia entre tener iconos y modelos a seguir con respecto a figuras como Thtatcher o Beyonce al respecto. Y finaliza hablando sobre la nueva moda del feminismo.
 
Hay tres añadidos al texto en forma de Apéndices interesantísimos. En primer lugar una entrevista de Christie a Leyla Hussein sobre la mutilación genital femenina, una bibliografía recomendada con numerosos títulos donde poder seguir leyendo acerca del movimiento y para finalizar un poema maravilloso de Maryam Sheikh Abdi.
 
Una lectura esclarecedora como si de una charla entre amigas se tratase y con el suficiente material como para empezar a adentrarse en algo que todos deberíamos conocer. Una autora con chispa, de humor característico y de divagaciones variopintas.

domingo, 2 de abril de 2017

ARCADIA, Iain Pears

 
 
 
 

TITULO: Arcadia
AUTOR: Iain Pears
EDITORIAL: Espasa
GENERO: Fantasía/Narrativa
EDICION: Tapa blanda con solapas
AÑO: 2017
PAGINAS: 636

 
 

SINOPSIS: 

Oxford. Década de los sesenta. El profesor Henry Lytten intenta escribir una nueva historia de fantasía que supere la obra de sus predecesores, J. R. R. Tolkien y C. S. Lewis. y encuentra una confidente en su vecina Rosie, una adolescente de quince años.  

Un día, mientras persigue al gato del profesor, Rosie encuentra una puerta en su bodega que le llevará a un mundo idílico, conocido como Anterworld, una tierra bañada por el sol de los narradores, las profecías y los rituales.  

Pero ¿es este acaso un mundo real? ¿Y qué pasa si ella decide quedarse? Mientras se embarca en una aventura que puede llevarla de vuelta a casa, en un laboratorio, un científico rebelde está tratando de probar que el tiempo (pasado, presente y futuro) no existe, con consecuencias potencialmente devastadoras.
 
 

 

OPINIÓN PERSONAL:
 

La última obra de Pears llegó a mis manos en un momento en el que sufro una racha de extraña apatía lectora. Es una sensación rara la de querer leer algo que te sumerja y que te evada de tu realidad y no lograrlo. Y esto historia tras historia que comienzo desde finales del año pasado, pero fue empezar a leer las primeras líneas de Arcadia y el milagro parecía capaz de suceder. 

La mezcla de fantasía, distopía y misterio parecía perfecta para atraer mi atención y la prosa de Pears me cautivo desde el comienzo por su buen hacer creando la atmósfera en cada escenario con mucha atención al detalle. Esto puede ser algo contraproducente para algunos lectores y tornársele más densa la lectura, pero en cambio a mí suele ayudarme a crear mejor el mundo en el que me estoy adentrando. 

La historia comienza con la presentación de Jay, un chico de 11 años que es tremendamente curioso y durante una mañana muy calurosa a través del bosque divisa la figura de lo que él piensa que es un hada. Estaba encantada con esta parte fantástica hasta que nos encontramos que parte de la imaginación narrativa del profesor Henry Lytten. 
 

“…Todos ellos tenían una pasión secreta, que ocultaban bien a la mayor parte del mundo. Les gustaban los relatos. Algunos sentían debilidad por las historias de detectives y poseía montones de Penguin de lomo verde escondidos tras libros encuadernados en piel de historia anglosajona o filosofía clásica. Otros sentían un amor igual de ardiente e ilícito por la ciencia ficción (…) Unos cuantos preferían los libros de espías y las novelas de aventuras…”
 

A través de Lytten conoceremos al que ha sido mi personaje favorito, Rosie Wilson, la vecina de Lytten que le da de comer al gato del profesor. Justo es en los momentos donde ambos discurren en conversaciones dirigidas por la alta curiosidad de Rosie donde más he disfrutado de este personaje. Y es precisamente esta curiosidad lo que la llevara a encontrar el mundo fantasioso de Anterworld.

Hay otra parte situada en el futuro donde nos encontramos al personaje de Angela Meenson, una matemática que se encuentra en la elaboración de una serie de experimentos y que no termina siendo lo que se esperaba de ellos. Aquí dándose lugar los universos paralelos y los viajes en el tiempo es justamente la trama de la novela que menos he llegado a disfrutar. 

No puedo llegar a imaginarme lo laborioso que ha debido ser todo el proceso para que cada pieza encaje debidamente en este inmenso puzzle creado por el autor. 

La historia está cargada de referencias y guiños que enriquecen el relato pero es en su construcción narrativa donde más problemas he llegado a ver en cuestión de conexión con el lector. Llegas hasta ese momento sin previo aviso. Comienzas a leer sin saber en qué momento de la historia estamos ni quien está narrándola. Esto requiere un esfuerzo por parte del lector y que este en una situación de alerta en todo momento. Además al encontrarse con demasiados saltos temporales hay momentos en los que perdía casi por completo el interés por la narración y en otros en cambio era capaz de leer del tirón hasta que de nuevo me encontraba con una nueva parte que se me tornaba en demasiado densa. Una vez la premisa inicial empieza a desarrollarse me he encontrado con varios problemas en cuanto al interés del desarrollo de la trama en sí. 

Al final del relato lo que debería ser una auténtica explosión en el acto final, sirve para cerrar las diferentes tramas pero no hay una satisfacción en el lector al conocerse la resolución del misterio que desde luego no puedo negar que me sorprendió el desenlace final. Quizás aunar la fantasía, con el futuro y sus viajes en el tiempo y el misterio del mundo espía en la Guerra Fría es demasiado para conjugar tanto y que todo tenga sentido y gozar del mismo nivel de intensidad. Lo que es indudable es del esfuerzo titánico que ha debido suponerle al autor escribir una obra como Arcadia.