martes, 19 de mayo de 2020

DESPUES DEL TERREMOTO, Haruki Murakami

 



SINOPSIS:

La magnitud del terremoto que en 1995 asolo la ciudad japonesa de Kobe, y que se cobró más de cinco mil vidas, inspiró a Haruki Murakami seis impactantes relatos que transcurren poco después de la tragedia.



OPINIÓN PERSONAL:


Un ovni aterriza en Kushiro

En menos de 40 páginas, Murakami sabe cómo atraparte en una historia donde mezcla la cotidianidad con el drama, la separación y el misterio.
Después del terremoto, la mujer de Komura se queda parapetada en su sofá sin hacer otra cosa que mantener la mirada fijada en las noticias. Murakami nos relata brevemente como es el devenir de este matrimonio a lo largo de los años y como Komura tras llegar a su casa cinco días después del incidente tras el trabajo, encuentra que su mujer ha desaparecido. Algo que hacia habitualmente para trasladarse a ver a su familia, pero esta vez lo hace de forma definitiva. No quiere saber nada más de él, sin que aparentemente, haya ocurrido nada que justifique tan dramática situación.
De repente todas sus pertenencias no están y Komura encuentra un vacío que nunca tuvo con su presencia pese al carácter adusto de su mujer.


“Por muy lejos que uno vaya, jamás puede huir de sí mismo”


Tras este suceso y conseguir unos días de vacaciones, un compañero de trabajo le brinda un favor personal que hacerle y este emprende un viaje.

Siendo una historia tan breve, el autor sabe hacerte una radiografía muy certera acerca del matrimonio y como pueden entenderlo de forma tan distinta sus integrantes. El plus de la historia viene cuando parte de viaje y nos encontramos la historia del ovni y la de los osos. Bajo la capa superficial de la historia, Murakami nos hace ver cómo puede afectar una desgracia o un evento que está muy por encima del entendimiento del ser humano a personas que no lo han padecido directamente y como puede alterar nuestra percepción y hacernos valorar toda nuestra realidad hasta dicho momento.



Paisaje con plancha

“Lo único que cuenta es el ahora. No sabemos cuándo acabará el mundo”
Una reflexión que nace fruto de una conversación sobre Pearl Jam y hogueras. Una nueva historia que versa sobre la cotidianidad y la introspección personal.
Junko, una de las protagonistas de esta historia está fascinada con un relato, Encender un fuego de Jack London. Donde según su percepción el protagonista quiere morir. Sabe que es su destino aunque luchara de forma feroz para que no ocurra, una lectura que en su clase no obtuvo más que burlas.
Mientras en el exterior hacen un fuego surge  una conversación que tiene con el señor Miyake sobre las cosas que se sienten mientras se mira al fuego, que es oro puro. Los presentimientos y la muerte polarizan la charla que no es más que un precedente ante el verdadero protagonista de la historia: el vacío existencial.

Dos historias y Murakami te tiene completamente atrapada y con el alma en un puño sabiendo que solo él puede entender cómo te sientes. Esa es su magia y lo manifiesta en cada escrito que pubica.



Todos los hijos de Dios bailan


“Si Dios puede poner a prueba a los hombres, ¿por qué los hombres no pueden poner a prueba a Dios?”

De las tres historias leídas hasta el momento es la más flojita ya que se centra en Yoshida en plena resaca y que trabaja en una editorial especializada en libros de viajes al extranjero y que tiene por decirlo de algún modo una difícil relación afectiva y de atracción hacia su madre. Este sentimiento de culpa y de cierta pérdida por no haber tenido padre centralizan la historia.




Katagiri se encuentra con una gran rana cuando llega a su apartamento. Además habla y le llama por su nombre. Está ahí para predecirle el terremoto que asolará Tokio próximamente y que será aún mayor que el anterior. Es una historia extraña por los propios interlocutores pero que habla de lo serviciales que podemos ser  y del poco feedback que recibimos por ello.

En una de las anotaciones, Murakami nos señala, que la rana en diferentes proverbios japoneses es y cito textualmente “paradigma  de la simpleza y la falta de sensibilidad o inteligencia”.

Aquí Murakami parece que nos está gritando que frente a la adversidad y al miedo que nos genera no nos queda otra opción que la de enfrentarnos a ello, aunque no sepamos como, pero es como debe ser nuestro proceder. El valor como principal valía del ser humano.

“Mi enemigo es, a la vez, una parte de mí mismo”



La torta de miel

Nuestro protagonista es un osito de nombre Masakichi, aunque no del todo. Junpei le contaba una historia del osito a Sara hija de Sakoyo. La historia surge después de que la niña se despierte como viene haciendo regularmente en los últimos días agitada desde que ocurrió el terremoto. El misterio acerca del hombre del terremoto y las palabras del autor sobre el amor por el arte de escribir son dos de los aspectos más reseñables del relato. Es una historia de tres y de amores no correspondidos.

 “Las ruedas dentadas de la vida giraban con un ruido seco, metálico, siempre hacia delante, sin una posible vuelta atrás. Eso era irrefutable”