domingo, 15 de mayo de 2022

COMPETENCIA OFICIAL, Gastón Duprat y Mariano Cohn

 

COMPETENCIA OFICIAL

Gastón Duprat y Mariano Cohn

Comedia

2021

 

 

SINOPSIS:

En busca de la trascendencia y el prestigio social, un empresario multimillonario decide hacer una película que deje huella. Para ello, contrata a los mejores: un equipo estelar formado por la celebérrima cineasta Lola Cuevas y dos reconocidos actores, dueños de un talento enorme, pero con un ego aún más grande: el actor de Hollywood Félix Rivero y el actor radical de teatro Iván Torres. Ambos son leyendas, cada uno en su ámbito, pero no los mejores amigos. A través de una serie de pruebas cada vez más excéntricas establecidas por la directora, Félix e Iván deben enfrentarse no solo entre sí, sino también con sus propios legados, miedos y egos.

 

 OPINIÓN PERSONAL:

Esta es la primera película que veo dirigida por este tándem argentino y he quedado gratamente sorprendida. Han conseguido reunir a un equipo actoral encabezado por Penélope y Antonio que es reclamo suficiente para acercarte a ver esta propuesta sin apenas conocer mucho más. Se lo han ganado a base de encadenar muchos y buenos proyectos. Se le suma otro actor argentino, Oscar Martinez que encaja a la perfección en este tridente protagonista.

Toda la película es una crítica mordaz y ácida hacia la industria cinematográfica desde la creación y comienzo de una película y lo hace desde dentro, lo cual causa más sorpresa por lo paródica que resultan las situaciones propuestas.

Son los propios actores, dirigidos por una directora reconocida, excéntrica y enajenada en ocasiones, los que arrancan auténticas carcajadas en el espectador al proponernos las escenas más inverosímiles e hilarantes posibles. Penélope vuelve a mostrarnos una nueva faceta en un papel que desempeña de forma magistral, lleno de matices y que otorga un nuevo registro en su ya dilatada trayectoria.

No hay más que observar la escena del comienzo de lectura del guión con la reiteración inusual y delirante del “buenas noches”, hasta que la directora se queda satisfecha al dar con el tono perfecto en el que incluye un sinfín de informaciones respecto al personaje que solo ella es capaz de reconocer. Es una escena brillante por la actuación e implicación de tridente protagonista.

No será la única prueba que provoque la risa al otro lado de la pantalla, habrá más momentos como el de la utilización de una piedra para aumentar la presión y tensión en la escena o la utilización de los premios más relevantes que han recibido ambos actores. 

Hay todo un juicio de valor al respecto de hasta qué punto se ha de llegar para crear un producto artístico que sea creíble y de buen acabado. Cuanto sufrimiento, humillación o defenestración se ha de soportar para llegar a crear arte y no solo en uno mismo sino en el resto de personas que contribuyen a su creación.

Otro elemento que se pone en juicio es el método actoral con el que preparar el personaje, aquí nos encontramos dos actores muy distintos. Uno que ha encontrado el éxito profesional de mayor envergadura y conocimiento a nivel mundial interpretado por un genial Banderas que aporta mucha finura, contención y gracia a su personaje. En contraposición Oscar Martínez que encarna al actor reconocido en círculos más intelectuales y del propio gremio. Es interesante ver como ante un mismo trabajo su predisposición y labor en sí es tan distinta y contrapuesta. El choque de egos es indiscutible y no tarda en aparecer.

Su concepción casi teatral en su puesta en escena le aporta un valor añadido. Hay mimo en el diseño de producción y logra cautivarte y tenerte atrapado con una imagen sobria pero atractiva.

Quizás uno de sus inconvenientes sea su duración. Sus 114 minutos se antojan excesivos para la historia y realmente creo que la supresión de algunas escenas que no aportan realmente nada a la historia ni al desarrollo de los personajes habría dejado una película mucho más redonda y perfecta sin causar efectos negativos en el ritmo de la historia.

Hay un claro tono de frialdad que se imprime en todo el metraje. Toda esa inverosimilitud que el espectador ve de manera cómica se termina transformando en puro drama por los giros y sorpresas del guión, totalmente inesperados he de admitir.

 

“Hay películas que terminan con los créditos finales, pero hay otras que puede que no terminen nunca”

 

En resumen, una propuesta de humor distinta, muy pensada e inteligente escrita, muy bien rodada y mejor interpretada. Penélope brilla sobre todos y el tándem Banderas/Martinez encaja a la perfección. Mucha crítica mordaz y una buena utilización del humor negro para hacer algo siempre muy necesario: critica a la industria cinematográfica y a todo lo que la rodea. Recomendadisima.

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