INTIMIDAD, Hanif Kureishi

 

 

 

TITULO: Intimidad

AUTOR: Hanif Kureishi

EDITORIAL: Anagrama (Colección Compactos)

GENERO: Narrativa

EDICION: Tapa blanda

AÑO: 1999

PAGINAS: 143

VALORACION: 4/5

 

SINOPSIS: 

Jay es un escritor y guionista cinematográfico de cuarenta y pocos años. Tiene todo lo que se puede desear a su edad: una carrera exitosa, una mujer ambiciosa e inteligente que trabaja en la industria editorial, dos hijos pequeños a los que quiere, una hermosa casa donde cada día, mientras Susan marcha a su trabajo, él se queda a escribir. Pero después de seis años de vida en común, Jay ha decidido que aquello se acaba hoy es la última noche de una etapa ya concluida de su vida.  

Hace tiempo que viene pensándolo y mañana se marchará de casa para siempre, aunque Susan todavía no lo sabe. Cuando ella se vaya al trabajo, Jay pondrá unas pocas cosas en una maleta y sin que nadie lo vea se irá a vivir temporalmente a casa de Victor, un amigo de su misma edad que ya lleva algún tiempo divorciado. Es una decisión que le pone entre la espada y la pared: abandonar a sus hijos le resulta insoportable, pero quedarse significa resignarse a la infelicidad cotidiana, a una rutinaria vida de la que pasión y placer parecen haberse ausentado definitivamente. 

 

OPINIÓN PERSONAL: 

A veces las compras impulsivas salen bien. Y otras, como en este caso son todo un acierto por el descubrimiento que suponen. No había oído hablar nunca de este autor: Hanif Kureishi y tengo que decir que la forma de escribir de este hombre me ha enamorado. Escribe desde dentro, desde el interior más profundo de su ser y eso se nota en cada una de las reflexiones del protagonista que en más de una ocasión me ha hecho preguntarme cuanto hay del autor en este personaje. 

Lo que me llevó a este libro fueron dos cosas: la referencia a la película basada en el libro que se estrenó en el año 2001 y que siempre he querido ver pero que aún a día de hoy sigo sin haberlo hecho. Las críticas y los galardones que consiguió hicieron que se situase en algún lugar recóndito de mi memoria. Algo que quedó oculto hasta hace unos meses que al descubrir este libro de segunda mano con un precio muy atractivo, lo relacione con la peli y lo compré. Una asociación algo pobre y aleatoria que me ha hecho tener entre mis manos una gran obra. 

La historia comienza con una frase lapidaria y que deja claro cuál es motivo principal de la trama: 

“…Esta es la noche más triste, porque me marcho y no volveré…” 

Jay, es un hombre casado y con dos hijos, y está saturado con su actual situación. Laboralmente no está satisfecho aunque acepta su situación y no le preocupa, pero su aspecto personal ha tocado fondo y necesita un cambio y de forma urgente. Quiere marcharse de casa, lo ha planeado en varias ocasiones, ha sopesado los pros y los contras que le supondría esta decisión,  pero esta es la definitiva.  

La relación que tiene con su mujer Susan no sólo no es buena, sino que durante muchos pasajes conocemos lo que piensa de ella y no hay nada que sostenga esa relación. Ni siquiera cariño.  

“… una mujer a la que conozco desde hace diez años, una mujer sobre la que lo sé prácticamente todo y junto a la que no quiero seguir más tiempo. Dentro de poco seremos como extraños. (…) Seremos conocidos peligros con una historia en común…” 

Hay odio, decepción, incluso desilusión por no sentirse querido por ella y porque nunca fue una verdadera historia de amor como reconoce cuando nos habla de sus inicios como pareja. Esa frustración le hace tomar la única decisión que cree que puede hacerle seguir con su vida y optar por un camino hacia la felicidad personal.  

Me gusta mucho como se recrea el autor en momentos pasados haciéndonos vivir con mucha precisión los recuerdos que avivan en la mente de Jay justamente antes de marcharse.  

Hay un tizne de melancolía que envuelve cada una de las palabras que contienen estas páginas. En todo este discurso hay un matiz de desolación que duele por lo real que es. Aquí el relato está desprovisto de cualquier atisbo de “historia feliz”. El lector encontrará la cruda realidad. Le guste o no.  

Justamente cuando recuerda momentos de su relación de amistad con Asif escribe lo siguiente: 

“…La felicidad de Asif me excluye. (…) Es la infelicidad y el dolor lo que me llega al corazón. Esas cosas las entiendo y puedo ser útil. Una atmósfera de depresión generalizada y una penumbra templada me hacen sentirme en casa. Si te atrae la infelicidad, nunca te faltarán amigos…” 

En apenas 143 páginas he encontrado tantas citas y reflexiones que me ha sido bastante difícil señalar alguna. Sólo tenéis que fijaros en la cantidad de post it que he ido poniéndole al libro.

 

 

La referencia que se hace al personaje principal de El guardián entre el centeno no me parece casual. Estoy segura de quién haya leído la novela y la haya amado como yo se habrá preguntado en innumerables ocasiones qué habría sido de Holden de mayor. ¿Podría ser este Jay un Holden adulto?. 

Los pensamientos de Jay son la base de la narración. Lo que nos lleva a descubrir lo que piensa acerca de todo y de todos aunque no sean agradables dichos pensamientos. Vamos del presente al pasado. Incluso cuando nos hayamos en momentos del pasado hay saltos en el tiempo para ir desde su infancia a sus comienzos en la relación con su mujer Susan, para después volver a vivencias con su amigo Victor o la relación que tuvo con su padre. Y todo esto de un párrafo a otro. Pero no penséis que esta forma narrativa encierra algo caótico. En absoluto. Es difícil conocer tanto a un personaje como lo hacemos aquí. El lector tiene cantidad de información acerca de momentos de su vida para comprender el porqué de su decisión.  

Hay un punto de insatisfacción muy fuerte. En demasiados momentos he comprendido lo que trataba de decir.  

“… He perdido el entusiasmo por la vida. Soy apático y me paso el tiempo sin desear nada, excepto comprender por qué no ha habido más felicidad aquí. ¡Todo el mundo corre lamisma suerte? ¿Es esto todo lo que se puede conseguir? ¿No hay más que esto?...” 

Lo fundamental de esta historia son las reflexiones de Jay acerca del amor, la insatisfacción, el deseo, la pérdida, el paso del tiempo, el sexo, el matrimonio, la mentira… En cada una de sus afirmaciones destila verdad. Una verdad que sólo es capaz de decirse a sí mismo. 

Kureishi, autor de origen paquistaní, tiene publicadas bastantes novelas, libros de relatos y libros de textos autobiográficos. Están publicados en español y quiero investigar sobre sus obras para descubrir más sobre su obra. 

Este no es un relato apto para todos los públicos. Hay demasiado dolor en las palabras escritas por Kureishi. Un dolor por la realidad que retrata y por los retazos de una vida en la que nos podemos reflejar incluso temer caer en algún momento. Es un retrato realista con una profundidad que llega muy adentro del lector. 

Mientras disfrutaba de esta lectura estuve escuchando de forma compulsiva la bso de “Her”. Os dejo con una de las piezas que más me gustaron: “Dimensions” a cargo de Arcade Fire.

 

 

 

LO MEJOR: La narración de Kureishi. Las reflexiones de Jay. Asif. La última conversación que tiene con Asif. La referencia a Las posibilidades de la intimidad. Los momentos con sus hijos. El guardián entre el centeno. Lo que me ha hecho reflexionar. La cantidad de citas tan buenas que contiene.

LO PEOR: Nada.