EL GRAN GATSBY, Francis Scott Fitzgerald

 

 

 

 

 

TITULO: El gran Gatsby

AUTOR: Francis Scott Fitzgerald

EDITORIAL: Círculo de lectores

GENERO: Narrativa

EDICION: Tapa dura con sobrecubierta

AÑO: 1953

PAGINAS: 198

VALORACION: 5/5

 

 

SINOPSIS:

 

En la vorágine de dinero fácil y sueños fugaces de los años veinte, Nick Caraway decide ir a buscar fortuna a Nueva York, donde todo el mundo se está forrando con la venta de bonos. Al llegar se instala en West Egg, un área residencial en la que, junto a modestas viviendas como la suya, proliferan las lujosas mansiones de quienes han saboreado el éxito. Sus primeros amigos allí, el matrimonio formado por Daisy, una prima suya, y Tom, residen en East Egg, al otro lado de la bahía, donde el lujo y el dinero brillan tanto como en West Egg, pero con el fulgor especial del prestigio y de las familias más antiguas e influyentes del país.

 

Un día Nick recibe una invitación para una fiesta en casa de su vecino Jay Gatsby, cuyos frecuentes saraos ya le habían llamado la atención. La experiencia supera sus expectativas: ante un suntuoso palacete con extensos jardines y una playa privada, hombre con aspecto de tener mucho dinero y chicas vestidas a la última moda, animados por una incansable orquesta de jazz, murmuran sobre su anfitrión y le admiran a distancia mientras éste se pasea, un tanto indiferente a todo. Bien pronto, Nick Carraway descubre que la única certeza sobre Gatsby es que nadie sabe exactamente quién es, y no puede evitar sentirse entre perturbado y halagado cuando el mismísimo hombre en persona se le acerca para invitarlo a pasear con su hidroplano al día siguiente.

 

 

 

OPINIÓN PERSONAL:

 

Leí este libro hace unos meses en una de las LC que solemos organizar varios blogs en conjunto.

Pero antes me adentraré no unos meses antes, sino que iré mucho más atrás en el tiempo para explicaros cual fue mi primera conexión con esta historia.

 

Como buena lectora que ama la literatura, hay títulos, grandes clásicos que conocemos desde siempre y especialmente hay algunos que nos provocan un interés mucho más especial. Y éste fue uno de ellos.

 

Antes de poder hacerme con un ejemplar, vi que en la televisión ponían la adaptación en la que Robert Redford encarnaba a Gatsby. No puedo mentir y reconozco haber sentido una gran decepción ante la historia que estaba visionando. No llegué ni a terminarla.

No fue hasta años después que vi el ejemplar y aunque recordaba el sabor amargo que me había dejado el metraje que había visto de la película, decidí darle una oportunidad. Aun así el primer intento de su lectura fue fallido. No me gustó en exceso y lo abandoné. Nada parecía augurar una buena lectura.

 

Ahora vuelvo a la actualidad cuando organizamos la LC. Era el momento. Y tal como me ha ocurrido en muchas ocasiones con la música, el cine o la literatura donde el momento en encontrarme con determinadas historias no era el adecuado, en esta ocasión, me embelesó.

Fitzgerald me enamoró con su prosa y fui incapaz de abandonar la lectura hasta finalizarla. La intensidad que desprendían las palabras de Fitz era tan abrumadora que en ocasiones sentía que me faltaba el aliento. Sin ningún tipo de exageración os lo puedo asegurar.

 

Son demasiados los puntos fuertes de la narración de Gatsby, su ambientación, nos sitúa en los años 20, donde la ostentación y la diferencia de clases te hace estar en un lado o en otro, no hay término medio. O lo eres todo o no eres nada. Fiestas, lujo y jazz.

 

Los personajes donde cobra un papel importantísimo Nick Carraway. Será el personaje más cercano al lector y con el que empatizará de inmediato. A mí me ocurrió así. Él nos narra esta historia a través del auge de un nuevo rico, Jay Gatsby, alguien excéntrico que parece no poner repararos a disfrutar de toda su fortuna. Haciendo del hedonismo su máxima a seguir. Los excesos no parecen ser suficientes. Cuanto más, mejor. El encuentro de este con Daisy será el comienzo de su propia estabilidad. La esperanza de recuperar un amor perdido, algo que nunca llegó a ser ocupa todo su tiempo y se vuelve necesidad para él.

 

Los personajes son variados, llenos de aristas, secretos y en ocasiones, a pesar de la brevedad de la narración despiertan sentimientos encontrados en el lector no llegando a entender que sean capaces de tomar determinadas acciones en lugar de otras.

 

Fitz, nos habla de la lucha, de la reinvención a cualquier precio para llegar a ser lo que deseamos, pero también de esa máscara que cuando cae volvemos a ser nosotros mismos.

 

El tercio final me dejó con un nudo en la garganta. Como todos los acontecimientos confluyen para ese último acto es simplemente apoteósico. Fitz lo da todo y como lectora me dejó rota y exhausta.

 

Lo mejor de todo es como Fitz nos hace hacer una doble lectura de lo que estamos leyendo, la historia por un lado, lo que nos trata de hacer ver a través de ella por otro.  

 

Durante toda la lectura estuve escuchando a Lana del Rey y su aportación en la banda sonora de la última adaptación cinematográfica de esta novela. “Young and beautiful” se ha grabado a fuego en mi memoria cohesionándose a la perfección con esta historia.

 

En resumen, es un clásico imprescindible, la prosa elegante de Fitzgerald, la ambientación tan perfecta de una época donde nada lo era y unos personajes tan llenos de aristas como fascinantes confluyen en una historia que va tejiéndose y preparándonos para un tercio final inesperado. Brillante y ya figura entre mis libros favoritos.