EL (SIN) SENTIDO DEL AMOR, Javier Ruescas

 

 

 

 

TITULO: El (sin) sentido del amor

AUTOR: Javier Ruescas

EDITORIAL: Montena

GENERO: Novela juvenil

EDICION: Tapa blanda con solapas

AÑO: 2015

PAGINAS: 223

VALORACION: 2/5

 

 

 

SINOPSIS:

 

La fiesta que da inicio a las vacaciones parece sacada de una peli: una casa enorme y un montón de chicos bebiéndose el último verano antes de la universidad.

 

No es el ambiente de Lana, ella preferiría estar con la cabeza metida en sus ilustraciones. Pero Ciro, el blogger anónimo del momento y su mejor amigo, la ha arrastrado hasta allí porque dice que es donde está la emoción. Y lo cierto es que no se equivoca: en esa fiesta Lana conoce a un chico muy interesante con quien se siente inesperadamente cómoda; la anfitriona tiene una gran bronca de celos con su novio y Julia, la mejor amiga de Lana, no llega a encontrarles porque de camino a la fiesta se topa con un perfecto desconocido y decide pasar la noche con él.

 

El problema es que esos tres chicos: el interesante de Lana, el novio infiel de la anfitriona y el perfecto desconocido de Julia, son la misma persona: Jacobo Casanova.

 

 

 

OPINIÓN PERSONAL:

 

Había dos motivos por los que me apetecía mucho la lectura de esta historia. En primer lugar, conocer al autor ya que en sus anteriores trabajos ha cosechado muy buenas críticas y tenía ganas de leer alguna de sus obras, y en segundo lugar, al leer la sinopsis, se me antojaba una de esas historias veraniegas tan apetecibles en esta época del año.

 

Esperaba encontrarme una historia sencilla, fresca y con algo de romance. Todo ello muy ligero para que me amenizase alguna tarde veraniega, pues bien, si bien contiene los tres elementos no lo hace en la intensidad que esperaba encontrar.

 

Lo primero (y puede sonar obvio) es que estamos ante una historia juvenil. Sí, eso ya lo sabía, pero es que estamos hablando de juvenil en el sentido de esa edad que pasas de ser niño a adolescente, es decir, no creo que esta sea una novela para todo tipo de público lector. Al menos esta ha sido mi impresión.

 

Si bien, el autor en el comienzo de la historia consigue entretener, a medida que va avanzando, especialmente sobrepasando la mitad de la narración, ese entretenimiento comienza a estancarse bien por la monotonía del relato, la simpleza de lo que nos está contando y en buena medida a unos personajes que no llegan a conectar con el lector.

 

Por esta razón, el ritmo acelerado incluso frenético con el que comencé a leer fue decayendo conforme avanzaba en la trama especialmente en su tramo final.

 

Ni que decir tiene que la historia es predecible y acusa tópicos conocidos por todos. La verdad esperaba muchísimo más de este autor. Puede que las expectativas fuesen demasiado altas. No puedo decir que estemos ante una mala historia o un libro terrible, pero no he conseguido engancharme a sus páginas más allá de sus primeros capítulos, aparte de acusar ciertos aspectos negativos que he comentado anteriormente.

 

En resumen, estamos ante una novela para un público que comienza la adolescencia, creo que es un producto para un determinado tipo de edad. Una historia sencilla, sin pretensiones, que no deja huella pero que entretiene si no buscas más allá del mero pasatiempo veraniego.