AURORA, Kim Stanley Robinson

 

 

 

TITULO: Aurora

AUTOR: Kim Stanley Robinson

EDITORIAL: Minotauro

GENERO: Ciencia ficción

EDICION: Tapa blanda con solapas

AÑO: 2016

PAGINAS: 443

 

 

 

SINOPSIS:

 

Una nave preparada para contener a varias generaciones de tripulantes viaja fuera del sistema solar por primera vez en la historia de la humanidad. Su destino es un planeta en el sistema Tau Ceti, a doce años luz, llamado Aurora en honor de la diosa romana del amanecer. Pero ¿será realmente este viaje un nuevo comienzo para la humanidad o nuestro fin?

 

 

 

OPINIÓN PERSONAL:

 

Leer a un autor clásico y reconocido del género de la ciencia ficción siempre me impone, pese a tener su trilogía de Marte en las estanterías, esta ha sido mi primera aproximación a la obra de Stanley Robinson y he de añadir que ha sido toda una experiencia.

 

Estamos ante una obra de hard cifi. Para lectores primerizos del género o advenedizos despistados ya he de añadir que no se trata de una novela precisamente ligera ni en su contenido ni en su forma. Muy al contrario, es densa, compleja incluso caótica en alguna de sus partes pero no por ello desagrada al lector o le saca de la historia, al contrario, el autor exije al lector un ejercicio de concentración máxima  y debo decir que merece la pena.

Solo con deciros que el libro no me ha durado ni tres días, con eso creo que lo digo todo.

 

La historia está dividida en 6 partes o capítulos (más extensos de lo acostumbrado), donde comienza con La chica de la nave. En dicha parte conocemos a los tres protagonistas fundamentales de la historia a pesar de que conforme avancemos encontraremos muchos otros secundarios que no han tenido ni el peso ni la importancia de los que os hablo salvo alguna excepción que comentaré más adelante.

 

Freya y sus padres, Badim, un hombre amable y cercano que contraresta con la mujer de este: Devi.

Ella es la ingeniero que ordena y coordina cada acción en la nave donde viajan. Es una especie de Sherlock de los problemas que acontecen en el lugar. No es un término que yo adopte, el  propio autor lo hace.

Es muy interesante ver como al principio de la narración uno no tiene claro prácticamente nada. Hay muchas preguntas que se van aclarando a lo largo de la lectura pero no de forma inmediata y es gracias a la curiosidad de Freya donde vamos despejando algunas dudas.

 

El personaje de Devi es uno de los más interesantes y de los más complejos, acuciada de la gran responsabilidad que carga en sus hombros son especialmente gratos los momentos en los que conversa con Pauline, la interfaz del ordenador de abordo. (Y aquí tenemos ese otro personaje que es crucial y el verdadero narrador de prácticamente toda la historia).

 

No es hasta la página 30 cuando conocemos como se inició el viaje, incluso hasta el segundo capítulo, Tierra a la vista, donde conocemos que han pasado cerca de 170 años desde el lanzamiento de la travesía, partiendo más de 2000 seres humanos situados en diversas zonas de la nave con numerosos ecosistemas diferentes para aumentar la capacidad de diversidad y de solvencia ante cualquier problema en dicha expedición.

 

Ante las incógnitas que podemos tener acerca de lo que está ocurriendo, algunos personajes también las sufren como Freya, como os comentaba antes, por ello Devi insta a Pauline a relizar una narración acerca de todo lo acontecido hasta el momento:

 

“…Devi: ¡Nave!

Nave: Ingeniera Devi. Según parece, posiblemente existan problemas en estos ensayos.

-Me alegra que hayas reparado en ello. Es buena señal. Veo que tienes algunos problemas, pero acabas de empezar.

-¿Acabo de empezar?

-Quiero que escribas un relato para contar nuestra historia.

-Pero ¿cómo? Hay mucho que explicar.

-¡Siempre hay demasiado que explicar!...”

 

 

 

Ante este encargo a la IA (inteligencia artificial) le surgen cuestiones acerca de que relato narrativo contar y discierne entre algoritmos, toroides y biomas entre otros temas.

 

“…¿Cómo decidir de qué modo secuenciar la información en un relato narrativo? Muchos elementos de una situación compleja son relevantes de manera simultánea. Un problema irresoluble: frases lineales, realidades sincrónicas. Ambas, no obstante, son temporales. Tomar una cada vez, una tras otra. Diseña un algoritmo capaz de priorizar, si eso es posible…”

 

El paso del tiempo será crucial para el mantenimiento de la nave y jugará malas pasadas durante la travesía a los tripulantes del navio, especialmente cuando divisan su destino, el sistema Tau Ceti y encuentran una luna del tamaño similar a la tierra: Aurora. Creen que es habitable y a partir de ahí entramos en una de las partes más interesantes del relato donde podríamos decir que se aplica la ley de Murphy: Todo lo que pueda salir mal…

 

La narración es básicamente un relato de aventuras espaciales siempre con el peligro acechante y la continua búsqueda de respuestas por parte del lector.

 

Uno de los puntos fuertes de la narración es el  pulso concienzudo del autor en hacer creíble todo cuanto está pasando. Para ello utiliza descripciones y términos científicos tanto si te habla de la descompresión de la nave, de qué y como están formados los biomas o el discernimiento entre analogía y metáfora. Es pulcro y meticuloso en el lenguaje.

Lo más interesante de todo es la parte filosófica que se otorga al relato más allá de los elementos más puros y científicos, tanto para el tema de la colonicación interestelar como para todo lo que significa engendrar un nuevo mundo y las connotaciones que ello implica.

 

En resumen, una historia de hard cifi llena de momentos donde la ingeniería, la física, las aventuras, la filosofía incluso el humor tienen su lugar. Lectura densa que lo exije todo del lector pero que nos aporta una nueva visión acerca de las colonizaciones espaciales y los viajes interestelares.