TITULO: No es país para viejos
AUTOR: Cormac McCarthy
EDITORIAL:
Literatura Mondadori
GENERO: Western/Narrativa
EDICION: Tapa dura
AÑO: 2005
PAGINAS: 242
VALORACION: 4.5/5
SINOPSIS:
El cazador y veterano de Vietnam Llewelyn Moss
descubre por casualidad la sangrienta escena de una carnicería entre narcos en
algún lugar de la frontera entre Texas y México. Entre los cuerpos y los
paquetes de heroína, descubre también algo más de dos millones de dólares.
A partir de este momento comienza la violenta
carrera de Moss por escapar de los que quieren darle caza: Wells, ex agente de
las Fuerzas Especiales contratado por un poderoso cartel, Anton Chigurh, una
implacable máquina de matar, para quien recuperar el dinero de sus jefes es
apenas la excusa para descargar una y otra vez su arma y poner en práctica su
máxima: no dejar nunca testigos, y un sheriff veterano de la segunda guerra
mundial que añora los viejos buenos tiempo y esconde un doloroso secreto que lo
mantiene vivo.
OPINIÓN
PERSONAL:
No es ninguna sorpresa que diga lo mucho que adoré
a McCarthy con La carretera (os dejo la reseña aquí). Cuál ha sido mi sorpresa cuando no
he encontrado aquí similitud con el libro que me enamoró. Normalmente los
autores suelen tener una serie de constantes o de elementos referentes que por
decirlo de algún modo forman parte de su sello personal, pues bien, aquí no he
encontrado parecido con mi anterior lectura.
¿Significa que me ha decepcionado? En absoluto.
Todo lo contrario.
Es cierto que mantiene alguna de sus máximas: brillantez en su escritura, los diálogos no contienen
guiones, personajes que en su primera aparición te ganan y a los que les haces
un perfil inmediato, su pulso narrativo y
la contundencia de la historia. Por poco no se ha llevado el 5/5. Aparentemente estamos ante
una historia sencilla, digo aparentemente porque parte de unos hechos simples
incluso ya vistos, pero a partir de los mismos, el argumento deja de ser
conocido para dar giros inesperados a través de unos personajes muy poderosos
en cuanto a personalidad y a la impronta que deja en el lector.
Si hay una línea central en la argumentación que se basa en la
persecución del personaje de Llewlyn Moss.
Y a partir de aquí nos encontramos con varias
subtramas colindantes a esta. Uno de los personajes (simplemente espectacular) Chigurh es
uno de los villantes más terroríficos que haya podido encontrar en la
literatura.
Es un asesino a sueldo que se rige por su propio código. Sus premisas son
simples pero certeras. No dejar testigos atrás. Nunca.
McCarthy nos muestra de nuevo la
oscuridad de la naturaleza humana en esta narración que roza la perfección tanto en
argumento, personajes y prosa.
Es imposible abandonar su lectura en ningún
momento y esta no es ligera ni ágil, más bien es reposada y de esos relatos que
uno degusta con tranquilidad y tiempo.
La sensación que me dejaba cada vez que dejaba su
lectura era la de una tremenda emoción no de estar leyendo una historia
entretenida o de evasión, sino la de pura literatura. Y eso queridos lectores
es oro puro y sé que me entendéis muy bien. Es muy difícil encontrar verdaderas
joyas literarias y estamos ante una de ellas.
Como me ocurrió con en La carretera, hay ciertas partes del
relato que me desconcertaron y de las que tengo mi propia opinión al respecto
sobre lo que está ocurriendo. Obviamente no haré referencia explícita a que me
estoy refiriendo por no contar más de lo que debo.
Recuerdo haber visto hace años su adaptación
cinematográfica
y no haberme complacido lo más mínimo. Ahora mismo lo veo de otro modo y estoy
deseando disfrutarla de nuevo.
No puedo más que recomendar encarecidamente a la lectura de este
ejemplar y por supuesto y ante todo de este autor.
TITULO: Menos que cero
AUTOR: Bret Easton Ellis
EDITORIAL:
Compactos Anagrama
GENERO: Narrativa
EDICION: Tapa blanda
AÑO: 1992
PAGINAS: 192
VALORACION: 3/5
SINOPSIS:
Menos que cero cuenta la historia de un joven
estudiante que regresa a su casa de Los Angeles para pasar las vacaciones y
reencuentra a su grupo de amigos, punkis dorados, hijos de productores y
magnates de Hollywood, un clan en el que cada villa tiene su piscina, cada
adolescende su dealer.
Fiestas interminables, clubs de rock , líneas de
coca y hamburguesas y luces de neón… y el submundo de la pornografía, las snuff
movies y la prostitución masculina.
OPINIÓN
PERSONAL:
Años esperando a tener este ejemplar entre mis
manos y el resultado tras su lectura no ha sido el que esperaba, más bien ha
sido algo confuso.
Hasta el momento he leído tres obras de este autor
y aún sigo buscando que me alguna me recuerde a esta absoluta locura que es American
Psycho.
Empiezo a creer que este autor es escritor de una obra maestra. Pero ninguna que
sea capaz de llegar a la altura de ésta.
Easton repite sus constantes, a veces parece escribir sobre lo mismo con
independencia de en qué capitulo nos encontremos. Es excesivo hasta sin ningún
tipo de límite y repite arquetipos en sus personajes. Termino como lectora sintiendo
que él mismo se esconde tras ellos. Hay una gran verdad tras su obra y que aquí
he vuelto a ver y es esa sombra de la soledad que uno no busca pero que
agradece tener. Filosofa a través de párrafos genialosos y otros no tanto sobre
el tedio y el ansia consumista que todo lo puede. Son esas constantes y sus
contradicciones lo que me siguen resultando elementos suficientemente
atractivos como para caer en sus redes una y otra vez.
Obviamente encontramos referencias musicales y
cinematográficas por doquier. Son elementos clásicos que no podían faltar. Y aquí me ha enamorado con las constantes
referencias a Elvis Costello.
Me he encontrado con pasajes espléndidos donde
Easton demuestra que es un gran narrador,
ya no de lo que nos describe sino de lo que hay más allá de sus palabras. Detrás
de éstas siempre nos ofrece una segunda lectura. Si hay algo negativo que he
notado (y mucho) es la falta de cohesión
de la historia, de unión, una pieza de engranaje que lo una todo
y de sentido a lo que se nos está contando.
Esta novela me funciona mejor si la cojo, abro y
leo por cualquier pasaje de cualquier capítulo de forma aleatoria que si
empiezo a leerla desde el primer capítulo.
Cuando hablaba de las
contradicciones
de Bret que tanto me gustan (lo reconozco, soy bastante contradictoria yo
también) me refería a ese carácter aleccionador que pretende dar con lo que nos
cuenta a pesar de que lo haga de manera tan alejada y aparentemente sin
importarle lo que esté contando. Pero sólo es apariencia.
Lo mejor y
más disfrutable de todo es todo lo que ve la mirada ácida de Easton. Nos muestra lo más crudo,
rancio y oscuro del ser humano y no os voy a engañar, eso me gusta y mucho.
Una historia experimental del que Easton como
autor aún tenía mucho que pulir pero que ya en sus comienzos mostraba unas
constantes que terminarían haciéndose su seña de identidad: exceso, decadencia
y hastío.
¡Hola! Me ha llamado la atención, sobre todo, el primer libro... no por que tenga una mejor valoración, si no por el autor. Yo también he leído La carretera, y me gustó mucho... conocía el libro, pero no sabía que se trata del mismo autor. xD Así que lo leeré con mucho gusto.^^ Siempre me fijo en lo que leéis tú y Ellie. ;) Un beso.
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarTengo muchas ganas de leer los dos. El primero me da un poco de miedo, de momento voy a seguir esperando. Después de lo que me gustó La carretera tengo miedo que me defraude... El segundo espero que me guste más que a ti, una pena que no te gustara tanto como esperabas.
Un beso
No es páis para viejos me ha sorprendido agradablemente, tiene muy buena pinta la verdad así que me lo pienso apuntar que no leí nada de este autor
ResponderEliminarUn beso :)
Del primero vi la película, que me gustó, la verdad. Tengo muchas ganas de leer La Carretera (MUCHAS MUCHISIMAS), pero quiero una edición que me guste y no la pestosa de bolsillo. Del autor solo espero cosas buenas, ojalá me guste tanto como a ti ^^
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