TITULO: Un libro para
ellas
AUTOR: Bridget Christie
EDITORIAL: Anagrama
GENERO:
Narrativa/Feminismo/Humor
EDICION: Tapa blanda con solapas
AÑO: 2017
PAGINAS: 360
SINOPSIS:
Bridget Christie es una humorista sin pelos en la
lengua, célebre en el Reino Unido por sus monólogos teatrales, en los que
denuncia el machismo que sigue imperando en la sociedad contemporánea y reflexiona
sobre la condición femenina. Y, para sus agudas reflexiones cargadas de
sarcasmo quedasen negro sobre blanco, una editora le pidió que escribiese todo
eso que explica, parodia y condena sobre un escenario.
El resultado es este libro, entre la evocación de
vivencias personales y el panfleto descacharrante.
OPINIÓN
PERSONAL:
La incursión sobre los textos con
una temática claramente feminista es algo que parece vivir una “nueva moda”.
Por un lado puede parecer algo frívolo decirlo de
semejante manera, pero lo cierto es que empieza a incrementarse el interés
del público
y no solo el femenino por tomar conciencia y por querer saber más sobre el
movimiento de dicha causa. Y esto es algo positivo. Muy positivo. Así que
bienvenida sea la nueva moda y la oleada de nuevos textos interesantes y
formadores.
El primer libro de dicha temática llegó a mí hace
unos meses y fue con la gran Caitlin Moran. Desde sus primera páginas logró
conquistarme y es tarea pendiente hacerme con el resto de su obra. La
comparación entre Moran y Christie era obvia y Bridget no oculta en ningún
momento su inspiración y admiración hacia la escritora.
Si hay algo característico en este libro es que
todo él está impregnado con un tono muy característico de humor tan sarcástico como
agudo.
Christie tiene chispa y eso es innegable.
Una de las cosas que más me han gustado es que no
se declara una conocedora profunda de todo cuanto significa el feminismo, sino que
nos cuenta su experiencia cuando entra en conciencia sobre la materia a través
de un momento algo extraño que comenta abiertamente en el prólogo. Y lo
advierto es tan extraño como surrealista, al menos como comienza a explicarlo.
La autora en la Introducción
comienza haciendo gala de todo su arsenal con una frase contundente:
“No era mi intención hablar de pedos en este libro.
De hecho mi intención era evitarlo a toda costa”.
Sí. Tan sorprendidos como me quede yo con
semejante comienzo y lo peor es que no sabía hacia donde podía degenerar
empezando de esta manera tan escatológica.
Lo curioso es que tal afirmación viene precedida
por una explicación donde es fácilmente tener en cuenta el cabreo y la
consecuente concienciación de Christie hacia lo que estaba siendo un trato
vejatorio y machista en una situación que debería ser completamente normal.
Todo esto conlleva a una fecha que es clave: el 30
de abril de 2012. Este fue el día en el que el incidente del pedo en la
librería la convirtió en militante.
Aquí no he tenido la sensación de leer un ensayo
tosco y denso, sino de estar sentada con una desconocida y que me fuese
contando sin ningún tipo de control y concierto sobre el orden tanto experiencias
e impresiones de su trayectoria como humorista y su visión como mujer del mundo
que le rodea.
Bien es cierto que a pesar de ser una humorista
muy conocida en su país es una completa desconocida para mí y a lo largo del
libro hay numerosas referencias hacia personalidades que de igual modo en mi
intelecto están en el más absoluto de los desconocimientos, a pesar de eso el
relato sigue siendo igual de interesante.
Hay momentos extraordinarios, como aquel que en un
episodio de la serie de telerrealidad The only way is Essex reflexiona sobre dos de
sus protagonistas, el botox y la noche de trivial. Así como el paralelismo que
haya en el minimalismo tanto en casas como en vaginas.
Otro de los temas a tratar es como encontramos el
feminismo a día de hoy:
“En esto se ha convertido el feminismo hoy. Esto es
lo que piensa la gente de la lucha por la igualdad. Que es irrelevante,
superflua e inútil. Algo que no vale ni un pedo”.
En el primer capítulo vuelve a presentarse y es
cuando después de habernos contando su epifanía con la introducción al
movimiento feminista comienza a explicarnos cuales fueron sus comienzos en el
mundo del humor y cómo fueron sus primeros espectáculos. Esa conversión lo
cambió todo y para mejor brindándole celebridad e incesante trabajo.
Al poner de manifiesto la desigualdad de la que
había sido consciente y exponerlo con crudeza fue algo novedoso y fresco y de
igual modo que ella tomo consciencia en un momento determinado otras muchas
personas lograron hacerlo a través de su espectáculo A
bic for her.
Tal y como ella misma dice, no hacía
nada nuevo, nada que no se hubiese dicho antes pero que al hacerlo en forma de
humor a través de espectáculos cómicos y no hacerlo de forma seria, sino lúdica
en espectáculos para dicho fin y no para filosofar sobre el asunto fue lo que
marcó la diferencia.
Especialmente interesante es su reflexión sobre el feminismo como el mal de nuestro tiempo y es justo donde tira de
archivo y explica mediante datos históricos ese falto mito de la quema de
sujetadores. Otro punto que merece atención es quien puede y quien no ser feminista.
De igual modo se interna en los cuatro principios
básicos del feminismo que termina reduciendo a uno. Tal y como argumenta, no es
este el lugar donde adentrarse y profundizar en las olas del movimiento
feminista para ello nos marca unos títulos muy interesantes al final del libro
para que podamos consultar todo tipo de documentación y abordar el tema más
profundamente.
Lo mejor de este libro es que te abre la mente. Te hace
tener conciencia social.
Aprovecha para revelar su situación como humorista
y siendo mujer en los monólogos cómicos. Y la cantidad de críticas sexistas que
ha tenido que aguantar y tolerar para seguir adelante en su profesión.
Es capaz de hablar de la industria sexual en el
movimiento feminista, de cómo la mujer ejerce el control sobre su cuerpo o
relatar qué le parece el tratamiento de la cirugía estética.
“Si no empezamos a valorarnos como algo más que
mercancía, si seguimos fiando nuestra felicidad y nuestras aspiraciones al
aspecto físico, todo lo conquistado hasta ahora habrá sido una tremenda pérdida
de tiempo. ¿De qué sirve denunciar la opresión de la mujer si nosotras somos
las primeras en ejercerla?”
No deja de lado el tema de la maternidad, de la estigmaticación
del propio término feminismo y en todo un clásico de como las mujeres critican
a otras mujeres.
Especialmente he
disfrutado sus líneas sobre la belleza.
“No digo que no debamos admirar la belleza. Por
supuesto que debemos admirarla. El mundo necesita belleza”
Otro momento destacable es la anécdota que cuenta
en un supermercado y reflexionando sobre el (nulo) impacto que causan las imágenes
hipersexualizadas de la mujer hoy día. Deja muy patente su frustración al
respecto al no sentirse comprendida con respecto a la nula atención que se le
presta a este hecho y a la normalidad que se le da algo que debería no serlo.
De igual modo algo que me ha resultado estimulante cuando habla de la
diferencia entre tener iconos y modelos a seguir con respecto a figuras como
Thtatcher o Beyonce al respecto. Y finaliza hablando sobre la nueva moda del
feminismo.
Hay tres añadidos al texto en forma de Apéndices interesantísimos. En primer lugar una entrevista de Christie a
Leyla Hussein sobre la mutilación genital femenina, una bibliografía
recomendada con numerosos títulos donde poder seguir leyendo acerca del
movimiento y para finalizar un poema maravilloso de Maryam Sheikh Abdi.
Una lectura esclarecedora como si de una charla
entre amigas se tratase y con el suficiente material como para empezar a
adentrarse en algo que todos deberíamos conocer. Una autora con chispa, de humor
característico y de divagaciones variopintas.