lunes, 10 de diciembre de 2018

LA NOCHE DE HALLOWEEN (2018)

 


La noche de Halloween
David Gordon Green
2018
4/10


Lo peor que te puede ocurrir con las expectativas creadas, no es que algo no te guste, sino que te decepcione. La sensación tiende a ser mucho más intensa y que te deja con un foso de desolación en tu interior.

No necesitaba saber nada de esta película. Pertenece a un género que es mi favorito y a una saga que me encanta. Sólo llegué a ver un tráiler y fue más que suficiente. Mantenía un aura muy acorde al tono clásico que recordaba mucho a la primera e icónica película de John Carpenter y todo parecía indicar que iba a olvidarse del resto de secuelas y a centrarse directamente en el origen de toda la franquicia. Ese era el plan y el proyecto, pero el resultado no ha podido alejarse más del propósito inicial.

Esta nueva entrega se nos vendió como la secuela definitiva provista de la calidad tanto en historia como en ambientación de su antecesora. Un (nuevo) enfrentamiento final entre Laurie y Michael Myers. Hasta ahí todo correcto. Pues tras el visionado, dejo esta nueva entrega como un “elseworlds” fuera de la franquicia.
A su favor está la cantidad de referencias, bien en escenas o en detalles muy interesantes para cualquier amante de la saga. Se nota que se ha hecho desde el respeto y con mucho cuidado por lo laborioso de cada elemento a modo de guiño o de homenaje que encontramos en infinidad de momentos a lo largo de toda la película. El fallo es que ha sido más la intención que su ejecución.
A veces el propósito no se resuelve de manera satisfactoria como la escena del baño en la gasolinera de la que ya hemos visto en varias entregas. Una escena que por su desenlace llegó a confundirme porque en una escena eliminada que había visto anteriormente, Michael logra la máscara de otro modo y de forma menos grotesca. Y sobre todo esos planos de un Michael sin máscara. No vemos su rostro pero presenciamos al hombre. No al monstruo.

Tal era el convencimiento de que esta era la secuela definitiva como os decía antes, que han roto con todo lo que hemos visto en entregas anteriores. En primer lugar con el vínculo sanguíneo que existe entre Michael y Laurie. Aquí lo dejan con una mera invención popular. La segunda y que llega a ser una herejía por completo es un giro que tiene lugar en el último tercio de la película y que no voy a especificar por no hacer ningún tipo de spoiler. No era necesario llegar a esa argumentación por lo innecesario e incluso ridículo de su puesta en escena.  

 


Aquí no se ensalza la figura de Michael Myers. No se alimenta la fascinación por su personaje ni terror por sus actos, aquí se desdibuja su propia leyenda. Se desacredita y por lo tanto deja de haber tensión y miedo por un personaje que ya lo creaba por sí mismo, Con su sola presencia, ha generado terror por varias décadas.

Lo peor son esos planos cortos en varios momentos sobre Michael en los que se encuentra sin máscara. Y aunque sean planos donde se encuentra de espaldas, no vemos a un monstruo, vemos a un hombre, tal y comentaba en la escena de la gasolinera y ahí volvemos a esa deshumanización, a ese descrédito de un personaje icónico. Algo que además ocurre desde los primeros minutos de metraje donde una pareja de periodistas acuden a su encuentro en el sanatorio donde se encuentra.


 


Ni es una digna secuela de la película de 1978  y ni tan siquiera de las realizadas por Rob Zombie donde se nos presentaba un origen del personaje tan interesante como perturbador. Muchos han querido ningunear el trabajo de este director, pero aquí se pretendía enfocar la historia desde un mismo prisma, la de entender las razones por las que Michael Myers hace lo que hace, y el resultado no puede ser más dispar

Lo más resaltable son momentos puntuales como el plano secuencia en plena celebración de Halloween, donde ver a Myers caminando por las calles entre la gente genera puro terror. Por fin se han atrevido a filmar carnicería en una película de terror donde el cuchillo es tan protagonista como Myers. Y por supuesto la escena del armario.

Espero que el paso del tiempo y un nuevo revisionado me reconcilie con esta nueva entrega, pero ni es la mejor secuela de la saga ni los homenajes por muy cargados de buenas intenciones están tan logrados como nos quieren hacer creer.

lunes, 3 de diciembre de 2018

TBR Diciembre: Vengadores, detectives privados y hobbits

 


Hace algún tiempo que deje de organizarme las lecturas en estos famosos To Be Read,  porque rara vez seguía aquello que me había propuesto. Por lo general, siempre termino escogiendo una lectura llevada por el estado emocional en que me encuentro, por lo tanto siempre acabo variando aquello que previamente he determinado leer.

Sin embargo, me he propuesto leer algunos comics y relecturas que sé que voy cumplir con total seguridad. Aparte, eso sí, de las novelas que vaya queriendo leer en el momento.
 


Ponerme al día con la actual serie de Jessica Jones. Dista mucho de la calidad tan perfecta que tuvo Alias, pero tengo que reconocer que saber que en este tomo aparece el Hombre Púrpura me tiene muy intrigada. Esperemos que Bendis y Gaydos nos ofrezcan la cara más terrorífica de Killgrave.

Si hará cosa de un año desconocía la existencia de su primer volumen contando los orígenes de Los Vengadores, aún más lo hacía de una continuación como Año Dos. Espero que esté a la altura de su volumen antecesor. El dibujo me encanta y tener a Ojo de Halcón y La Visión en la historia hace que lo tenga todo para que me enamore. 



 



Ponerse al día en grapas o tomos mensuales de series abiertas es siempre una tarea pendiente. Siempre.



 


Y para finalizar las dos relecturas que tengo planeadas para diciembre. La primera un clásico para estas fechas, ya que siempre suelo releer Mujercitas en el mes de Diciembre. Es una tradición. Es una historia demasiado especial y ligada a estas fechas.

Como adelanto del reto que planeo hacer el año que viene, voy a releer El Hobbit. Eso significa volver a la fantasía por la puerta grande de la mano de Tolkien.