TITULO: Laberinto de muerte
AUTOR: Philip K. Dick
EDITORIAL: Minotauro
GENERO:
Ciencia ficción
EDICION: Tapa blanda
AÑO: 2013 (1970 original)
PAGINAS: 235
SINOPSIS:
Catorce colonos llegan al deshabitado planeta
Delmark-O para llevar a cabo una misión que desconocen. No tienen nada en común
y lo único que saben es que es imposible salir del planeta.
No tardarán en descubrir que su nuevo hogar es
mucho más extraño y peligroso de lo que habían imaginado, y que un poder oculto
podría estar detrás de los extraños accidentes que han empezado a suceder y
que, uno a uno, están acabando con sus vidas...
OPINIÓN
PERSONAL:
Paranoia,
oscuridad y caos.
La mejor definición que puedo hacer tras terminar Laberinto de muerte sería esa.
Philip K. Dick es un auténtico genio y está
logrando lectura tras lectura convertirse en uno de mis autores favoritos.
Al leer la sinopsis parece que nos vamos a
adentrar en una especie de historia a lo diez negritos de Christie ambientada
en el género de la ciencia ficción, pero quién pueda pensar eso se está engañando
en parte, porque el autor nos tiene guardadas muchas y sorprendentes giros
totalmente inesperados.
Dick te sumerge en una historia de tal complejidad
que estoy segura de que si lo releyera varias veces encontraría nuevas
aportaciones a lo que ya había leído, con diferentes perspectivas e ideas que
se me han pasado por alto en esta
primera lectura.
El autor comienza con la presentación de uno de
los personajes que integraran la expedición secreta. Ben Tallchief se encuentra
en pleno trabajo tan aburrido como de costumbre. Seguía pensando en la plegaria
que había enviado a través del transmisor para que o al menos eso esperaba él, llegase
a uno de los mundos deíficos. De este modo podrían llegar al Intercesor y
mediar en su problema más inminente.
Poco tarda en descubrir si dicha plegaria fue
recibida ya que su supervisor le comunica que están a punto de trasladarlo. El
destino se encuentra en una peuqeña Colonia en el planeta Delmark-O. Por sólo
tres dólares de plata puede coger un narizón de la nave y se reuniría con 12
personas más reclutadas de orígenes diversos. Pese a la ansiedad que le creaba
no conocer demasiado a que se dedicara exactamente en su destino, sabe que el
tiempo máximo será de dos años con pensión completa y cuidados médicos exhaustivos.
Los siguientes protagonistas que conoceremos serán
Seth Morley, biólogo marino y su mujer Mary. Interesantísimo el encuentro entre
Seth y el Caminante cuya revelación cambiará su destino vital ya que le ayuda a
tomar una decisión importante. He de reconocer que en esa conversación donde le
habla de algo de su pasado me ha hecho sentirme especialmente implicada a
partir de ahí con este personaje.
A continuación no se nos presentan al resto de
personajes como con Ben, Seth o Mary. Una vez Tallchief se encuentra en la
superficie y listo para aterrizar es cuando comenzamos a descubrir el resto de
los integrantes de la expedición. A cual más variopinto y extraño. Personajes
todos llenos de dobleces y con los que no es fácil empatizar, lo cual beneficia
la lectura porque te obliga a verlo de forma global y no tomar partido por
ninguno.
Una vez están los 14 integrantes, son conscientes
de que no pueden realizar el viaje de regreso y pese a que no saben si habrá
vida inteligente en el planeta en el que se encuentran, desconocen por completo
con qué propósito se les ha enviado allí. Deberían descubrirlo una vez se hayan
reunido todos los participantes pero el satélite orbital sufre un accidente y
no pueden obtener la información que deberían haberle proporcionado. Eso suma
caos e indecisión entre todos.
En pocos capítulos la trama torna de forma
inesperada y deja completamente fuera de juego al lector. Y es sólo el
principio de la espiral hacia el final de la novela.
El autor dota de una carga tremendamente
importante a la religión en esta obra, algo de lo
que ya nos advierte en el Prólogo acerca del marco teológico
que nos vamos a encontrar. No en vano se le da una importancia extrema a las
plegarias y a tres entes de los que se compone la Deidad: el Mentufactor
(creador de todo el universo y responsable de la renovación y el cambio), el
Caminante (personificación humana y que no duda en ayudar a otros) y el
Intercesor (quien soluciona e intercede). El significado en sí del Mentufactor
y su contrapunto el Destructor de formas es importantísimo para la deriva de la
trama y la comprensión real de todo cuanto está ocurriendo en la narración. Es
parte de la resolución del misterio de todo cuanto está ocurriendo en el
planeta.
“Son asombrosos los extremos a los que llega la
gente en su esfuerzo inconsciente para bloquear su enfrentamiento con la
realidad. ¿No es verdad?”
Hay que incidir siempre que se nombre en la
historia el libro de A.J. Spectowsky un teólogo comunista del siglo XXI por el
que los integrantes de la expedición poseen un total fervor. Así como la teoría
newtoniana de los colores. El Edificio y las moscas artificiales. Tened todos
estos elementos muy presentes.
Es una obra que te retrae a otras muchas, la novela
de misterio anteriormente citada de Christie, 1984 por esa paranoia ante la
mirada vigilante y la suspicacia que ello conlleva, incluso Lost, por toda la
controversia religiosa versus ciencia y como no pueden complementarse y por como el efecto de la perspectiva incide desde
lo que fuimos a lo que podríamos ser y todo el cambio que ello conlleva. Y sus correspondientes
consecuencias.
Como contrapunto negativo hablaría sobre los
personajes femeninos y cómo interactúan entre sí valiéndose de tópicos algo
sexistas y especialmente en las escenas de sexo.
Philip K. Dick dota a la obra de una aura de
decadencia, oscuridad y anarquía que embelesa al lector a la vez que lo lleva
al borde la locura intentando entenderlo todo cuanto acontece en cada página.
Leer a este autor termina siendo toda una experiencia mientras y después de
haber pasado la última página discerniendo sobre todo cuanto se ha leído. Una
obra para filosofar en torno a la existencia de los milagros y la de no Dios de
Spinoza y releer en bucle.
Persus 9 y bienvenidos al mundo
poliencefálicos queridos lectores.
De este autor sólo he leído "Sueñan los androides con ovejas eléctricas" y junto con Fahrenheit 451 de Ray Bradbury entre mis lecturas más satisfactorias de toda la vida. Así que voy a poner esta novela entre mis futuras lecturas de este año. Gracias por la reseña.
ResponderEliminarEs uno de mis autores pendientes. Se que es un pecado leyendo lo que suelo leer, pero es uno de esos autores que me despierta tanto curiosidad como rechazo al no saber que me voy a encontrar. Es algo extraño. Eso, y la tiranía de las novedades haciendo de las suyas siempre :)
ResponderEliminarUn clásico de este hombre.
ResponderEliminarVolveré a leer alguna de sus obras este año =)
Besotes