AUTOR: David Lozano
EDITORIAL: Edebé
GENERO:
Juvenil
EDICION: Tapa blanda con solapas
AÑO: 2018
PAGINAS: 221
SINOPSIS:
Dos vidas que se cruzan de madrugada a través de
las redes. Dos jóvenes que se entregan a un misterioso juego: compartir sus
sueños, ilusiones y temores, pero no su identidad.
Pronto darán el siguiente paso: una cita a ciegas.
Sin embargo, encontrarse con un desconocido siempre entraña riesgos. Porque
todos ocultamos secretos…
OPINIÓN
PERSONAL:
Esta ha sido mi segunda experiencia lectora con
una obra del autor David Lozano y pese al tiempo transcurrido entre ambas
lecturas y de otras obras que ha escrito en dicho periodo, he sentido una
sensación muy similar a la que tuve entonces.
Como comentaba, ambas obras pese a que como
planteamiento de historia no tienen nada que ver, hay un hilo conductor entre
ambas, que es el misterio y el público al que va dirigido, que es de una franja
de edad juvenil, más en ese periodo de transición de lectores de libros para
niños a juvenil que de juvenil hacia adultos.
Si bien la premisa de la que parte puede ser interesante
aunque ya nos suene de haberlo leído o visto en otras historias, la narración
siempre puede dar giros inesperados que otorguen al lector el interés
suficiente para seguir con la lectura y ofrecer una perspectiva distinta. Y es
justo aquí donde Lozano se encuentra con el mismo error que cometió en Hyde: la
previsibilidad. Aquí además, se hace aún más evidente porque es una historia
sin muchos personajes donde el círculo se estrecha en demasía.
Eso sin contar la sinopsis de la contraportada, donde
desvela en exceso una de las pocas sorpresas que ocurren en la historia.
He tenido la prudencia de recortarla en esta
reseña para no desvelar más de lo que se debía. A veces menos es más y sobre
todo en una historia donde se trabaja con el elemento del misterio.
“Todos somos extraños para los demás,
¿no? Nadie nos conoce realmente. La realidad es un mundo de extraños. Y aquí
estamos nosotros”
Es obvio que el interés del autor en esta historia
es su carácter aleccionador sobre las redes sociales, los riesgos que entrañan
y el uso que hacemos de ellas, queriendo alertar a un público joven sobre su
peligro y la siempre cierta premisa de “nadie conoce a nadie”. Aun así, indaga poco
sobre el asunto y con el tiempo que llevan en activo las RRSS todo ese discurso
se desvanece por lo liviano de su trasfondo. No hay un mensaje mayor del, esto
es malo, es peligroso, cuidado al utilizarlo porque no puedes confiar en nadie
al otro lado de la pantalla. No hay más filosofía detrás. Argumentos
insuficientes para un tema sobre el que se puede filosofar de una manera muy
interesante.
“Confiar en las personas no debe
llevarte a cometer una imprudencia. Muchas tragedias se evitarían si la gente
se comportara con un poco de sentido común”
A destacar la impaciencia que hay a lo largo de
toda la narración. Parece haber prisa por llegar al tercio final, lo que
conlleva que haya poco desarrollo de escenas, que los pocos personajes que
encontramos estén estereotipados y que nos encontremos detalles incongruentes
que nos saquen de la lectura.
En
resumen, una
lectura demasiado liviana sobre un tema muy interesante y que podría dar mucho
más juego del que nos encontramos entre las páginas de Desconocidos.
El autor ha querido mandar un mensaje pero resulta
demasiado débil como para dejar calado en el lector.
Hola!
ResponderEliminarEn esta ocasión no me llama el libro, pero gracias por la reseña :)
Un saludo!