Comenzando un nuevo mes y tomándome las cosas con más serenidad y
seriedad de lo que acostumbro.
Por un lado este espacio se ha visto resentido últimamente por
circunstancias personales que o bien no me han dejado el tiempo suficiente para
hacer una de las cosas que más me pueden gustar: escribir, o bien no he tenido
el ánimo suficiente para hacerlas.
Es verdad que nunca he tenido unos meses tan malos como los actuales
pero en cierto momento hay que sobreponerse y optar por doblegar esa sensación
de desánimo que tanto llega a oprimir y que tanto cuesta en superar.
Por eso quiero seguir utilizando este lugar como reclamo, como desahogo
de todo aquello que me inquieta y en lo que quiero indagar y para eso es
necesario que cambie su propia naturaleza. En breve cambiaré ese título de blog
literario ya que no representa ni al blog ni a mí misma. Nunca dejaré de hablar
de libros. Estuvieron ahí desde siempre y nunca desaparecerán por mucha crisis
lectora que me persiga. Pero no es de lo único que quiero hablar y a veces el
que tenga esa especie de “marca” me frena para hablar de lo que quiero o
necesito.
Seguiré reseñando lecturas, pero también deseo hablar de cine y hablar
de lo que quiera cuando quiera. Ese es el lugar que quiero y es lo que más y
mejor me representa.
Si tengo un gran fallo es la organización. Me he puesto una serie de
objetivos y en este cuaderno iré anotando todo. Es un trabajo en sí mismo
porque la organización es mi tarea
pendiente pero es el único modo de ser productiva y lograr aquello que
quiero conseguir.
Comienzo de mes y como todos los principios son alentadores. Ahora solo
me queda ser constante y disciplinada. Y lograr el empuje personal necesario
para llevarlo a cabo.
Animo y te leemos en una nueva etapa :)
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