TITULO: Horrorstör
AUTOR: Grady Hendrix
TRADUCTOR: Jaime Valero Martínez
GENERO: Terror/Suspense
EDICION: Tapa blanda con solapas
EDITORIAL: Editorial Hidra
AÑO: 2014
PAGINAS: 242
SINOPSIS:
Algo extraño
está ocurriendo en la megatienda de muebles Orsk de Cleveland, Ohio. Cada
mañana, al entrar, los empleados se encuentran estanterías Kjerring rotas,
vasos de agua Glans hechos trizas y armarios Liripip destrozados. Las ventas
comienzan a caer en picado, las cámaras de seguridad no revelan nada y los
gerentes tienen miedo.
Para desentrañar el misterio, tres empleados se presentan voluntarios para hacer un turno de noche de nueve horas que durará hasta el amanecer. De madrugada, patrullarán la sala de exposición vacía, investigarán apariciones y sonidos extraños, y se enfrentaran a horrores que desafían la imaginación.
OPINIÓN PERSONAL:
Es notorio el fervor que está gestándose en las redes sociales durante los últimos meses con las obras de Grady Hendrix y lo cierto es que perteneciendo al género del terror, logró despertar mi curiosidad pero no ha sido hasta ahora cuando he podido empezar a degustar por fin su obra. Pero en vez de hacerlo por las obras más recientes publicadas en nuestro país a través de la editorial Minotauro (que parece ser que se tiene los derechos teniendo en cuenta de que el próximo mes publican una nueva obra suya), lo he hecho con la primera novela publicada aquí a través de la Editorial Hidra.
Desde el
primer momento de su publicación, su primera edición data del 2014, llamaba
poderosamente la atención por su peculiar formato, asemejándose al conocido y
mainstream catálogo de la tienda de muebles más famosa del mundo: Ikea.
El acierto de sus editores no
solo se queda en una espectacular portada, sino que la edición está muy cuidada
también en su interior, mostrándonos planos, formularios, incluso con entradas para cada capítulo
mostrándonos ejemplares de muebles a modo de ficha. Visualmente es una delicia y está perfectamente
integrado con la historia, no es algo que han hecho por el simple
motivo de captar la atención del lector.
Catalogaría
esta historia dentro de la temática
de casas encantadas, pese a la peculiaridad que supone quedarse encerrado
en un espacio tan grande como un comercio donde existen representaciones
perfectas de todas las habitaciones de un hogar. No es exactamente el cliché de
casa abandonada o casa hechizada por fantasmas pero no hay más que adentrarse
en la historia para reafirmar que cuadra perfectamente en dicha categoría. Solo
imaginarse en plena noche deambulando por esos pasillos en completo silencio,
es fácil pensar que es un escenario perfecto para una historia donde reine el
suspense y es una baza ganadora la de Hendrix
al optar por ella como escenario.
El autor nos
plantea una historia sencilla, donde comienza explicando al lector en qué consistía
Orsk y el trabajo que allí se desempeña y además para que se puedan evitar las comparaciones,
te menciona a Ikea nada más comenzar el relato y haciendo el pertinente
paralelismo para evitar que se sienta como un plagio. Obviamente toma la
referencia, así que te lo hace saber dejando constancia al principio y así
poder seguir con la narración.
Desde el
inicio es fácil conectar con nuestra protagonista, Amy, una chica lastrada por
unas deudas universitarias de una carrera que no consiguió terminar y acomodada
en un trabajo que no le gusta y para el que siente que no sirve demasiado.
Llega esa mañana intentando huir de su jefe, Basil con el que no conecta especialmente
bien y teniendo la esperanza de que el traslado de tienda que ha solicitado
culmine lo antes posible.
Otro de los aciertos de Hendrix es lo bien que representa a sus personajes, apenas con dos momentos es capaz de que logres hacerte una composición exacta del mismo, como con Trinity, Matt o especialmente Ruth Anne. El más interesante en mi opinión por todo el bagaje interno que tiene, de los tres.
“A la vida le da igual lo que quieras, a la gente le da igual lo que quieras. Lo único que importa es lo que haces”
La narración empieza de forma muy fluida y su lectura es tremendamente dinámica y adictiva. La mayor parte de su lectura la hice del tirón porque no podía dejar de leer.
Tras una presentación del lugar y de los personajes principales de la historia, se plantea la situación donde comenzará todo. Basil que es el encargado, le propone a Amy y a Ruth Anne, una tarea inusual, consiste en hacer un turno extra durante la noche y cuya remuneración sería el doble, así podrían intentar averiguar los extraños sucesos que llevan aconteciendo últimamente cada vez que llegan por la mañana a la tienda y se la encuentran llena de desperfectos. Durante el transcurso habrá numerosas sorpresas al descubrir que no son los únicos en estar en el centro. A esto se le añadirán elementos de espiritismo, cazafantasmas y torturas varias.
El autor aprovecha una
historia de ficción para sacar su lado más crítico, lo hace hacia la propia concepción
del trabajo, hacia las corporaciones gigantes que nos ve como meros
instrumentos para un fin económico o como vivimos experiencias perfectamente
programadas para las cuales dejamos un lugar inexistente a la improvisación o
al propio deseo de lo que queremos o cuales son los objetivos vitales que nos
planteamos. Además de la historia hay un trasfondo en el que lo deja de un modo
subyacente en la historia sin reforzarlo en demasía, solo para que el lector sepa
leerlo como doble sentido.
Me ha
sorprendido que el final pueda
considerarse tanto cerrado aunque dejando al lector con la eterna pregunta de
qué pasará, o completamente abierto a una continuación que desconozco si tiene
previsto escribirla o la concibió como una obra autoconclusiva a pesar de dicho
desenlace. Si fuese así, me parecería perfecta tal y como está.
En resumen, tengo que alabarle a Grady Hendrix su habilidad para elaborar
una historia original en su planteamiento, sencilla en
su desarrollo, adictiva en su lectura y muy atractiva en cuanto al devenir de
los acontecimientos a medida que estos se tornan más oscuros. Una
lectura de notable alto que me deja con muchas ganas de continuar leyendo la
bibliografía. Una de mis mejores experiencias lectoras de este año.
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