EL ULTIMO OSO, Hannah Gold

TITULO: El último oso

AUTOR: Hannah Gold

TRADUCTOR: Marcelo E. Mazzanti

GENERO: Infantil/Juvenil

EDICION: Tapa dura

EDITORIAL: Duomo Ediciones

AÑO: 2022

PAGINAS: 311

 

 

SINOPSIS:

Ya no quedan osos polares en la Isla del Oso. O, al menos, eso le dijo su padre el día que se trasladaban al Ártico, donde él iba a trabajar durante los siguientes seis meses. Pero un atardecer, a April le parece ver una enorme silueta en el horizonte.

Recortado contra el sol, algo se mueve. Sucede en un abrir y cerrar de ojos. Algo grande que avanza a grandes pasos y totalmente inesperado. April vuelve a parpadear. Sea lo que sea, ya no está. Pero podría jurar que acaba de ver un oso polar.

 

 

OPINIÓN PERSONAL:

La novela arranca con la protagonista absoluta de esta historia,  April Wood, una chica de once años, llegando a la isla del Oso y desvelándonos como se encontró con el oso polar tres semanas después de su llegada.

 

"Prefería a los animales que a los humanos. Eran más amables"

 

Antes de llegar a ese emotivo encuentro, la autora nos dibuja el perfil familiar de April para poder conocerla mejor, y como es para ella estar sola con su padre ya que su madre murió tiempo atrás. La relación con este no va a ser siempre fácil, ya que ambos sienten con demasiada fuerza la huella imborrable de su madre que ya no está y como April siente incomprensión por su progenitor y la comunicación entre ambos no es nada fluida.

Su padre es la razón por la que se encuentran en ese lugar, ya que es científico y estudia los ciclos meteorológicos y gracias a su estudio sobre la atmósfera terrestre le ofrecieron la oportunidad de permanecer durante un periodo de seis meses en este entorno, un territorio inexplorado para ver cómo afecta el calentamiento global a la región ártica.

 

Hay momentos destacables especialmente por la delicadeza y el mimo con el que los describe su autora como el primer encuentro de April con el oso, como lo libera o se las ingenia para mantenerlo alimentado. Es especialmente aleccionador como la niña intenta comunicarse con una especie distinta a la suya y hace el esfuerzo de entender y ser entendida. Algo que contrarresta precisamente los momentos en los que la relación con su padre adolece precisamente de falta de comunicación.

Gold no deja de darnos pequeñas lecciones a través de momentos comunes para que podamos hacer una reflexión sobre ello:

 

“Cuando estés listo solo tienes que decírmelo. Ese es el mejor momento para contar una historia, ni antes ni después sino justo cuando está a punto de salir. Y te prometo que haré todo lo que pueda para conseguir que te sientas mejor.

Esta vez cuando él rugió, su grito rebotó por las paredes de la cueva y fue a parar directamente al corazón de April”

 

El amor entre la niña y el oso es fácilmente traspasable al lector que sienta lo mismo por algún animal con el que conviva. Ese sentimiento de pertenencia mutua entre humano y animal tan sincero, fuerte e inquebrantable:

 

“Los días siguieron pasando, marcados solo por el brillo iridiscente de la felicidad”

 

Su simple presencia nos hacen mejores y eleva cada día nuestra propia existencia, haciéndonos incapaces de entender como hemos llegado a vivir sin ellos o de no ser capaces de recordar cómo era todo antes de que llegasen a nuestras vidas.

Las emociones que nos hacen sentir nos estremecen al igual que cuando lo visualizamos entre April y Oso. Se entienden, se necesitan y se complementan.

 

El final del capítulo veintiocho es tener un nudo en la garganta constante y de nuevo los recuerdos y las reminiscencias de las propias experiencias con el mundo animal:

 

“El dolor le vino desde algún lugar que ni sabía que existía. Se había producido una rotura en algún lugar del abismo del universo. Algo se estaba partiendo en mil trillones de trozos. Y ella sabía que, por mucho que buscara, nunca podría volver a encontrarlos todos”

 

Como me va a ser imposible conectar con April y no llegar a sentir ese dolor que supone dejar a alguien que ha significado tanto para ti.

Es una historia que destaca por la sencillez en su propuesta, en la calidez que desprende la narrativa de su autora, Hanna Gold y en la creación atmosférica que consigue.

Este cuento es una oda de amor a los animales, a su propia protección, a la naturaleza y a la conservación de esta. Un mensaje muy necesario para cualquier persona que llegue a leer esta narración y de especial importancia para el público más infantil y juvenil al que va dirigida más específicamente este libro.

Hay que hacer mención especial a la edición a cargo de la editorial, que luce preciosa visualmente y que al tacto se presenta con una suavidad inusitada para las publicaciones actuales. Posee una paleta de colores rosáceos delicados, cálidos y hermosos y con unas ilustraciones a cargo de Levi Pinfold en blanco y negro que nos permiten visualizar a la perfección la relación entre April y Oso.

 

La edición trae consigo material adicional de mano de la autora. En ella nos comenta que escribió esta historia para poder hablar de todas las cosas que más le gustan del mundo, para lo que tendría que focalizarse sobre los animales y el planeta y de cómo necesita nuestra protección, haciendo ver que el cambio es posible desde la intención más mínima que podamos tener y aportar.

Me gusta que desarrolle cómo surgió la historia, que personaje fue el primero en ocurrírsele y ser desarrollado y de donde tomo los datos que se aportan en la novela. Si queréis saber que datos son reales y existen en la realidad no os podéis perder esta parte de la edición en la que termina haciendo un alegato hacia hacer todo cuanto podamos para detener el cambio climático:

 

“Si rugimos lo bastante alto, sé que podremos marcar una diferencia en todo el mundo”

 

El mensaje final es un golpe a la conciencia del ser humano hacia la protección del medioambiente y del reino animal.

En resumen, estamos ante una lectura dirigida hacia un público infantil pero para lectores sin edad donde Hannah Gold nos ofrece un proyecto delicado con un claro y contundente mensaje que nos alecciona pero desde la sensibilidad y la conexión con los animales para que podamos descubrir su belleza y nos conciencie de su protección y de la naturaleza que les rodea.