BLADE RUNNER 2049
2017
8/10
La
noticia de la puesta en marcha de una secuela de Blade Runner no dejó a nadie
indiferente. Hubo quien acogió la noticia con verdadero fervor y otros con escepticismo.
Debo admitir que en aquel momento me encontré en el segundo grupo. Cómo iba a
poder imaginar que se pudiera ofrecer un producto no ya que superase a uno de
los títulos de culto de la ciencia ficción, sino que estuviese a la altura, que
no desentonase con la historia y la ambientación y sobre todo que no alterase
ese tono místico tan especial que destila la obra de Scott. Se me antojaba un
encargo por parte de Hollywood imposible de realizar.
Pues
bien, la primera prueba de fuego fue ver el primer tráiler que lanzaron y toda
duda se disipó en los primeros segundos. Visualmente era tan espectacular que
no había manera de controlar el ansía de querer ver y saber más sobre qué
estaban preparando.
El
reparto que se anunció era asombroso, comandado por Ryan Gosling, un actor al
que le tengo especial aprecio por el carisma que desprende en sus papeles como
Half Nelson, El creyente o Los idus de Marzo. Me pareció acertadísimo que
confiaran en él como relevo en cuanto a protagonismo de Harrison Ford.
Todo
estaba preparado y listo para la cuenta atrás y a medida que pasaba el tiempo
la espera solo hacía que los cinéfilos y amantes de la ciencia ficción aumentásemos
nuestras expectativas, hasta el día del estreno, el 6-10-2017
Villeneuve
no firma una obra maestra pero poco le ha faltado. Y es justo esa sensación de falta
de perfección lo que me supuso una salida del cine algo decepcionante. No por
la falta de espectacularidad de lo que había visto, sino por no firmar un
producto redondo cuando lo tenía todo en su mano para hacerlo.
La
historia podría haber sido tratada de forma más compleja de lo que han
propuesto. Es cierto que apostar por ese toque noir con la investigación de un
caso buscando pista tras pista las respuesta que inevitablemente le van
marcando el camino a seguir al Blade Runner es una forma acertadísima de tener
al espectador intrigado a la vez que nos ofrece uno de los mayores espectáculos
visuales vistos jamás.
Si
algo destaca esta obra es por el mimo y perfección que hay en cada plano. Como
ha sido estudiado cada detalle en cada escena. Apoyado en el minimalismo, como guia,
se nos muestran planos casi carentes de elementos pero llenos de color. La película
nos muestra un cromatismo que es un puro placer visual para el espectador. Esos
espacios amplios y cálidos como ese desolado desierto naranja con un plano
absolutamente icónico ya para el cine en un marco postapocalíptico o bien esa
ciudad nocturna y oscura de neón.
El trabajo de Roger Deakins como director de fotografía tiene todos los
premios asegurados porque es imposible dotar a la narración de semejante puesta
en escena estética. Pura delicia para quien ame el cine. Una de las sensaciones
que me quedo al ver la película en una sala de cine es poder dejar la historia
de lado y sumergirme de pleno en los escenarios y dejarme llevar. Pocas veces
he tenido tal grado de satisfacción viendo una obra de cine. La recreación de
la atmósfera se ha convertido en un elemento tan importante de este proyecto
como el guión o los personajes. Y han logrado un trabajo de 10. Este es uno de
sus mayores logros y es indiscutible.
Pese a
ser solo un primer visionado hay varias referencias a las que se hacen alusión
de forma más directa como a Pálido fuego de Nabokov y otras que de forma
indirecta me hicieron pensar en otros proyectos como Her o Matrix mientras
duraba la proyección.
En el
aspecto interpretativo, debo destacar la presencia de Robin Wright, magnética y
llena de fuerza como suele acostumbrar, Dave Bautista con un corto y breve
papel pero tan impresionante como influyente para el devenir de la historia,
Ana de Armas con un papel más complejo de lo que parece a simple vista y el
mayor descubrimiento de todos tiene nombre propio: Sylvia Hoeks, una auténtica
robaescenas con un personaje que inspira puro miedo. Mención especial para
Jared Leto con un personaje que con poca presencia en el metraje, su segunda
aparición se hizo demasiado densa, más cuestión de recortar la escena que del
propio trabajo del actor que además realiza un trabajo muy intenso. En
ocasiones, menos es más.
La
historia se desarrolla a tiempo lento, con momentos de arrebato y escenas de
acción, pero la intención de esta obra es otra. Esta película es para
degustarla, para dejarse llevar y filosofar tras el visionado. No deja de ser
un regalo para cualquier cinéfilo.
Una película que pese a sus fallos no deja
de ser una obra de arte y no solo visual como se nos pretende hacer creer. Me
sigue fascinando el debate de los replicantes buscando la parte más real de la
vida humana.
A
partir de aquí recomiendo la lectura de la reseña tan solo a aquellos que hayan
visionado la película:
Si
hablaba de que BR2049 no termina siendo una obra maestra han sido por varios
factores. El primero, justo cuando K va al encuentro de Deckard, el personaje
interpretado por Harrison Ford es justo cuando la película comienza a decaer. A
Gosling parece costarle mantener el peso tan bien llevado durante todo el
metraje.
Y aquí
viene lo más controvertido de todo: la aparición de Harrison Ford. Un fallo
colosal. De haber salido en un par de escenas cortas y enlazando justo con la
parte final hubiera sido diferente, pero todo el desarrollo me pareció
innecesario y sobre todo no vi por ningún lado a Deckard. Desde su encuentro
hasta la escena final, Villeneuve debió meter la tijera en la sala de montaje.
Justo en el desarrollo de este último tercio, con una escena de lucha demasiado
larga e innecesaria, es cuando la película empieza a hacerse cuesta arriba
porque lo que hasta entonces había sido controlado al milímetro en todos los
aspectos, aquí se desmorona y el desenlace tanto de historia como de personajes
empieza a no tener sentido. No es la mejor versión de la historia que han
podido contarnos y es ese el principal error de Villeneuve.
Han
pasado casi dos días de su visionado y ya ardo en deseos de verla. Lo mejor del
año ha sido Dunkirk y esta película. Son cine puro, con sus virtudes y
defectos, pero son una declaración pura de amor al cine.
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