Hoy es el Día
de las Escritoras en un mes donde celebramos y fomentamos la lectura de autoras femeninas. Toda reivindicación
parece escasa por lo que durante estos días voy a ir recomendando lecturas muy
interesantes y quizá no demasiado conocidas.
Hoy comienzo con un libro que me desprende las
mismas sensaciones cuando lo tomo en mis manos hoy que cuando lo leí hace ya
unos años. Aún me estremece cuando recuerdo su historia. Os dejo con la reseña
para que podáis conocer algo de su historia.
TITULO: Oliver
y Max
AUTOR: Ángela Armero
EDITORIAL: Nube de tinta
GENERO: Narrativa/Bélica
EDICION: Tapa blanda con solapas
AÑO: 2014
PAGINAS: 218
SINOPSIS:
A sus
ocho años, Oliver no recuerda otra cosa que el ruido de las sirenas y el
zumbido de los aviones sobrevolando el cielo de un Berlín devastado. Su madre
trabaja como enfermera del hospital de la Charité y se muestra cada vez mas
crítica con los valores del régimen, mientras que su padre, Max, es cocinero
del Reich y parece no advertir la magnitud del horror nazi. Una tarde, cuando
Oliver y su madre regresan a casa, una explosión divide irremediablemente sus
destinos…
OPINIÓN PERSONAL:
Sin
llegar a ser un género que abunde entre mis lecturas, siempre me dejo llevar
por este sello editorial, que si algo tiene muy presente es la calidad de sus
historias y la carga emotiva que deja en el lector una vez las termina.
El escenario
de la narración es la segunda guerra mundial y los protagonistas son una
familia formada por la madre Vivien, el padre Max, un cocinero de la
Cancillería del Reich y su hijo Oliver Vloger.
El
libro está dividido en tres partes y finaliza con un epílogo.
En la primera
parte conocemos lo que pasa a través de los ojos de Oliver. No sabe exactamente
a donde va, pero está solo en un lugar extraño. Todo lo que nos cuenta lo hace
a través de la inocencia de su mirada que aún perdura en él por su temprana
edad. Pero como lectora lo he visto desde otra perspectiva haciendo que el
horror se filtrase en mí a través de su vivencia.
Hay
algunos hechos que no entendía por qué estaban pasando, como el trato que
infringía Max a su hijo, lo que ocurre con su madre (qué es exactamente lo que
le ocurre) y por qué su abuela lo lleva a aquel lugar tan siniestro.
“…La abuela me da la espalda, empuja las puertas de cristal, baja las
escaleras a toda prisa y avanza a buen pasado bajo la nevada (…) Camina con su
chaqueta entre las manos, como si huyera de una casa en llamas, y yo pienso que
tendrá prisa por llegar a alguna parte. (…) Oigo los gritos y las carreras de
los niños que juegan en el patio, pero ya no tengo ganas de jugar con ellos.
Quiero volver a casa…”
Pero
las respuestas las encontré más adelante en su segunda parte, que está narrada
a través de Max. Aquí la historia da un giro inesperado y nos encontramos ante
unos sucesos que me tenían bastante intrigada y me hacían devorar página tras
página. Los momentos en los que Max recuerda a Vivien me han emocionado (sí, he
llorado y mucho).
En la tercera
y última parte la autora va alternando capítulos entre el hijo y el padre y
aquí ya como lectora entré en un desenfreno por saber cómo finalizaría la
historia y esperando un desenlace que no me rompiese el corazón. Obviamente no
os diré si lo hizo o no para no desvelar nada de la narración.
“…-¿Qué haremos mañana? –pregunto
-Seguir vivos –dice Willy…”
Es una
novela que he leído en apenas hora y media (y del tirón) y que no he podido
soltar en ningún momento hasta que no lo
he terminado. Me ha hecho llorar y sufrir. Porque tras estas páginas hay
demasiados horrores como para permanecer inmune.
Tengo
que destacar la pluma de la autora. Su estilo es elegante y muy sutil y combina
perfectamente el horror que nos muestra con unos personajes a los que es
imposible no cogerles cariño. El constrate de sensaciones está siempre
presente. Sobre todo a un personaje secundario, Willy, que brilla con cada
aparición conforme avanza la historia.
Como
he reconocido antes, no negaré que me he emocionado y que la autora ha
conseguido encogerme el corazón en más de un pasaje para terminar haciéndome
llorar de forma desconsolada en numerosos pasajes.
En la
contraportada del libro, especificaba que la autora se había inspirado en las
prácticas del programa Aktion t4. Por lo que saber que las barbaridades que se
revelan en parte de la trama fueron reales me ha dejado devastada por el horror
y el terror de que hayan existido humanos capaces de semejante atrocidad.
En resumen,
estamos ante una historia que está bien escrita, mejor planteada, que conmueve
y que se lee del tirón. Con giros inesperados, personajes a los que es imposible
no encariñarse con ellos y sobre todo deja constancia de un horror que no
debemos olvidar que ocurrió.
LO MEJOR:
La idea. El planteamiento de la estructura narrativa.
Los personajes. Oliver. Willy (que gran personaje). La segunda parte. Max desolado
por Vivien. El giro argumental. El granjero y su mujer. La referencia a
“Sucedió una noche”. La carta de Ben. La escritura de Ángela Armero. Los
pensamientos de Max mientras caminaba a través del vestíbulo.
LO PEOR:
Nada.
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