No hay lista de
recomendación para el día de Halloween en la que no se encuentre algún libro de
Stephen King. Es un clásico pero también se recae en las mismas obras de
siempre. Una lástima teniendo en cuenta la extensa bibliografía de este gran
escritor. Pero en vez de centrarme en su talento, lo haré en de alguien muy
cercano a él: su hijo, Joe Hill.
Con un estilo
notablemente cercano al de su progenitor destaca por su acercamiento al terror
desde el toque fantástico con un toque oscuro muy poderoso. Algo que ha
adoptado y muy bien de la narrativa de King, es su tratamiento a los
personajes, muy trabajados, desarrollados y abordados de manera psicológica de
la manera más interesante posible.
De cuanto he leído
de su obra me parece que es la mejor obra que ha escrito y la más trabajada
también y eso se nota en la lectura especialmente en el tratamiento de la
cultura americana y las numerosas referencias que encontramos. Os dejo a continuación la reseña que publique en el blog hace unos años cuando se publicó.
TITULO: NOS4A2
AUTOR: Joe Hill
EDITORIAL: Suma de letras
GENERO:
Terror/Sobrenatural/Fantasía
EDICION: Tapa blanda con
solapas
AÑO: 2014
PAGINAS: 706
VALORACION: 4/5
SINOPSIS:
Victoria McQueen
tiene un don especial para encontrar cosas: una pulsera extraviada, una
fotografía perdida, las respuestas a preguntas incontestables. Con su bicicleta
puede atravesar un mágico puente que, en cuestión de momentos, la lleva adonde
necesita ir, ya sea al otro lado de Massachusetts o al otro lado del país.
Charles Talent
Manx también tiene su propio don: sabe manejar a los niños. Los lleva a dar un
paseo en su Rolls-Royce de 1938 con la matrícula NOS4A2 (Nosferatu). Con su viejo
coche puede salir sin problemas del mundo cotidiano hacia las carreteras
ocultas que los transportarán al asombroso –y terrorífico- paraíso de la
diversión que él llama “Christmasland”.
Y entonces llega
el día en que Vic sale en busca de problemas… y encuentra a Manx.
OPINIÓN PERSONAL:
Aún recuerdo
cuando tuve en mis manos El traje del muerto y mientras la leía estaba
convencida de que se trataba de una novela de King publicada bajo seudónimo,
algo que ha estado haciendo durante años durante un periodo de su vida. Podéis imaginaros cual fue mi
expresión de sorpresa al terminarlo y descubrir que se trataba de un King pero
no de Stephen, sino de su hijo Joe.
Aquel libro me
dejó con muchas ganas de seguir leyendo sus historias y en mis manos he tenido
la oportunidad de leer su última obra publicada. Y creo que ha supuesto un paso
importante en la carrera de este joven autor porque se nota la complejidad de
la trama y el trabajo que ha debido suponerle que todos los elementos de la
historia encajen a la perfección.
Cuando leo a Joe
me es imposible abstraerme y no ver en su estilo, en su forma de narrar y en
las tramas de terror sobrenatural en que nos sumerge, la huella de la
imaginación de su padre. De hecho si me dieran el texto sin saber quién lo ha
escrito, directamente lo demarcaría como propiedad del genio del terror. King
es inimitable, pero su hijo logra acercarse mucho a su estilo. Y tengo que
decir que no supone ningún problema para mí dicho parecido. Disfruto de la
historia sin ningún problema.
Debo destacar de
la novela dos cosas. La primera es
que es una lectura densa pero no por ello su lectura ha dejado de ser ágil.
Y lo más importante, desde sus primeras páginas consiguió un efecto que hacía
años que no lograba desprenderme ninguna novela de terror desde que era niña. Y
ha sido un sentimiento de inquietud y de
miedo. Principalmente debido a uno de los personajes protagonistas de la
historia y que me ha producido escalofríos, hablo de Manx al mando de su
Rolls-Royce y su propio universo del terror llamado “Christmasland”.
De hecho hay
varios momentos en qué he pensado en un Freddy Krueger llevado a otro espacio,
a otro entorno y transformándolo en un ser “vampírico” donde su único trabajo
consiste en acaparar niños y desterrarlos para siempre a su universo
terrorífico. También he visto ciertos guiños a It.
“…La carretera a
Christmasland está asfaltada de sueños. Este coche tiene la capacidad de
abandonar el mundo de cada día e internarse en los caminos secretos del
pensamiento. Dormir no es más que la rampa de salida. Cuando un pasajero se
queda traspuesto, el Espectro se sale de la carretera en la que esté y lo
coge…”
Otro de los
aciertos es su coprotagonista femenina, Victoria McQueen, que posee un don
especial y que viaja con su bicicleta a través de un puente donde puede ir de
un lado a otro del país en cuestión de segundos cada vez que desea encontrar
algo. Su personalidad y su evolución a lo largo de toda la historia son dos de
los aspectos más sobresalientes de la narración.
Se nota el trabajo
concienzudo que ha labrado el autor para ofrecernos una historia compleja
llena de personajes extraños y disparatados pero envueltos todos ellos en un
halo de misterio y terror. Como está estructurada la narración a través de
sus capítulos y de cómo logra Hill que todo acabe encajando y teniendo sentido
es gracias a un trabajo laborioso y minucioso.
Me ha gustado que
haya creado un universo propio y que se haya instalado en mi mente como una de
esas historias de terror que me provocan miedo de pequeña como os dije antes.
Eso es lo que más me puede gustar de una
historia de este género, que me obsesione, que me agobie, que me fascine y
que se instale en mi imaginación como una de esas habitaciones cuya puerta
prefiero mantener cerrada.
“…No sé gran cosa
del Espectro, slavo que es un tipo viejo con un coche viejo. Y que el coche es
su cuchillo. Pero es que el cuchillo lo usa para degollar. Se lleva a niños a
dar una vuelta y les hace algo. Los utiliza para seguir con vida. Los lleva a
su paisaje interior particular (…) y los deja allí. Cuando salen del coche ya
no son niños. Ni siquiera son humanos ya, sino ciraturas que solo podrían vivir
en ese lugar frío que es la imaginación de Espectro…”
La edición es una
auténtica delicia, empezando por su portada y continuando con numerosas
ilustraciones que acompañan cada recopilación de capítulos y tanto en el
comienzo como en la finalización de la novela.
En resumen,
estamos ante una gran novela de terror, llena de oscuridad y con un personaje
memorable a la par de siniestro, Manx con el que el autor ha sabido
transportarme a esos momentos de mi niñez donde las historias de miedo
conseguían hacerme perder el sueño. Esta novela ha aumentado mis miedos. Y eso
es lo que le pido a una novela de terror, que me obsesione y me aterrorice, y
el señor Hill ha cumplido y sobradamente.
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