TITULO: El misterio de Notting Hill
AUTOR: Charles Warren Adams
EDITORIAL: Alba editorial
GENERO:
Misterio/Policiaco
EDICION: Tapa dura e ilustrado
AÑO: 1865
PAGINAS: 197
NOTA: 4/5
SINOPSIS:
El investigador de una compañía de seguros debe
aclarar las circunstancias de la muerte de la esposa del barón R., que al
parecer se envenenó con ácido prúsico después de entrar sonámbula en el
laboratorio de su marido.
Mediante la reunión de una serie de documentos, la
novela plantea el misterio anticipándose a la técnica objetivista de Wilkie
Collins y recrea con profusión y gran habilidad un mundo de extremos y
oscuridades en la tradición del género gótico: herencia codiciadas,
sensibilidades mórbidas, hipnosis, sonambulismo y crimen.
OPINIÓN
PERSONAL:
El primer género que abordé en la transición de
lecturas infantiles y juveniles como lectura adulta propiamente dicha fue el de misterio.
Las historias detectivescas me atrapan y generan
una fascinación como ninguna otra pese que haya otros géneros que me gusten por
igual, pero las historias policiacas siempre tienen algo especial.
Investigando sobre las primeras obras en este
terreno literario llegué hasta La piedra lunar de Wilkie Collins, pero no eran pocos
los artículos que hablaban de otra obra anterior y que sentaría las bases de la
investigación detectivesca plasmada en la literatura. Obviamente hablo de la
obra que tratamos en este espacio: El misterio de
Notting Hill.
Lo que desconocía era la incertidumbre de su
autoría. La novela fue firmada bajo el pseudónimo Charles Felix y no fue ratificada
hasta 1952 por el filósofo William E. Buckler y confirmada por el experto en
novela policíaca Paul Collins en 2011. La famosa novela de Wilkie Collins
apareció cinco años después que El misterio de
Notting Hill y que otras historias detectivescas.
El año 1860 fue la época dorada de este género donde los autores nos
presentaban la resolución de un caso tras una investigación metódica.
En una Introducción: En busca de pruebas que
podemos encontrar al comienzo de esta obra nos aparecen muchos títulos
interesantes que anotar para próximas lecturas como Casa desolada de
Dickens, La señorita von Scuderi de E.T.A. Hoffman, los relatos de Vidocq, los
casos de Dupin en los relatos cortos de Poe o La reina de corazones entre
muchos otros.
Adentrándonos en la obra que nos ocupa, lo que más
llama la atención es la forma en la que está estructurada la historia.
Nuestro narrador y organizador va a ser un agente de seguros, Ralph Henderson, que será el encargado de llevar la
investigación de la muerte de la señora del Barón R.
Lo primero que nos encontramos es precisamente una
carta del señor Henderson a la propia compañía de seguros advirtiéndoles del
retraso que ha sufrido su informe no por un problema de demora en su trabajo
sino por lo intricado de la investigación en sí.
Para ello aporta notable documentación a favor de ser
lo más minucioso posible y detallado en su reflexión y conclusión final.
La investigación se le encomienda en referencia a
una póliza de seguros de 5.000 libras por la señora Madame R. , una póliza
suscrita por su marido, el Barón R.
Al firmarse otras contratos con otras compañías de
seguros y ascendiendo a una cifra total de 25.000 libras, las compañías
encargan una investigación para deliberar por qué motivo se ocultó al resto de las
mismas, las pólizas realizadas y la extraña coincidencia de las fechas en las
que se realizaron los documentos.
La causa de la muerte de Madame R. fue repentina y
no mucho después de la firma de las pólizas, como consecuencia de un fuerte
ácido que tomo en estado de sonambulismo en el laboratorio del Barón R.
Tras esta puesta en antecedentes, el autor nos
mete de lleno en el caso.
Comenzamos con extractos de correspondencia de
Catherine B, la tía abuela de la señora Anderton. Y en este punto uno se
empieza a preguntar quién es la señora Anderton.
Pues para llegar a conocer quién es el Barón R,
debemos conocer antes al matrimonio Anderton.
¿Cómo lo conocen? Pues debido a la propensión de
la señora Anderton a enfermar en extrañas condiciones y sin explicación alguna y
añadiendo que el señor William Anderton es también dado a padecer angustia y
estar en constante estado nervioso, para intentar mejorar su salud optan por
los experimentos más variopintos y en esa época está muy de moda la hipnosis
como tratamiento paliativo. Es ahí cuando conocen a nuestro famoso Barón R.
Este somete a tratamiento hipnótico a la señora Anderton. Incluso va más allá y
termina experimentando con la empatía hipnótica, un tratamiento con el que la
señora Anderton comienza a fortalecer su débil salud conforme va avanzando el novedoso
procedimiento.
El misterio comienza cuando el Barón R. se ausenta
y se marcha al extranjero y la salud de la señora Anderton comienza de nuevo a
recaer en este caso con síntomas de lo más extraños y con recaídas graves cada
15 días. Para ello acuden al doctor James Watson. Este cree que es a causa de
un envenenamiento por el malestar y el sabor a plomo y los constantes
trastornos a los que la señora Anderton se ve sometida, por ello le realiza pruebas
pero no es capaz de afirmar que sea por este motivo.
Una
de las partes más interesantes de la lectura tiene lugar con los extractos del
diario de la señora Anderton. Con breves párrafos somos capaces de sentir de
una manera directa y muy real todo cuanto está padeciendo.
“27 de septiembre.
Adiós, marido mío, mi amor, mi precioso William.
Piensa en mí… No tardes en venir conmigo. Que Dios te bendiga… Que Dios te
consuele… querido mío… mi amor.”
El
diario fue terminado por su marido de la siguiente manera.
“Mi amor murió este día.
12 de octubre de 1856”
Otro momento que resalto entre las numerosas
declaraciones que se incluyen este informe es la de Sarah Newman y el incidente
de la mermelada en la casa del Barón R. El autor necesita pocas líneas para
hacer sentir escalofríos ante la actitud del Barón.
La Conclusión final
y resolutiva del caso no puede menos que sorprender y ver que todo encaja
perfectamente.
“…Una vez más, con mano inconsciente, sirve la
bebida mortal. Pero esta vez no toma un veneno de acción lenta. Toma un ácido
potente y abrasador que, en el mismo momento en que la despierta del trance, la
contrae en una muerte instantánea y horrible. Un grito desgarrador que muere
enseguida alarma a los residentes de la casa y, cuando llegan al lugar, solo
encuentran el cadáver desfigurado que yace, descalzo y con el camisón revuelto,
en la oscuridad de la tormentosa noche de noviembre, sujetando todavía en la
mano el vaso fatídico…”
La edición contiene ilustraciones a cargo de
George du Maurier. Puede que os ocurra lo que a mí, que su nombre os sonaba con
demasiada familiaridad. Efectivamente es pariente directo de la escritora
Daphne du Maurier.
En resumen,
he podido disfrutar de una obra que sentó precedentes, que innovó y que nos
brinda la oportunidad de leer una novela detectivesca sin una de sus
características principales, la de un detective. Una investigación llevada a
cabo por alguien sin la formación adecuada pero que cuya minuciosidad fue capaz
de dotar un informe tan sumamente detallado como bien expuesto para conformar
una conclusión plausible de los hechos. Incluso conociendo quien es el responsable del crimen, el autor mantiene en vilo al lector hasta las últimas páginas donde llega a conocer el cómo lo hizo y con algun giro argumental inesperado.
Una lectura deliciosa
e imprescindible para todos los amantes del género policiaco.
La tengo en la estantería pendiente, a ver si me pongo pronto con él. Este tipo de libros me encantan, y la forma en la que está escrito también ;)
ResponderEliminarUn abrazo
Hola! La verdad es que ha sido toda una sorpresa especialmente por su narración y la forma de documentación del caso.
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