ALONE, John Hyams

 

ALONE

John Hyams

Thriller/Suspense/Terror

2020

 

 

SINOPSIS:

Una mujer ante su nueva situación vital, viaja sola y emprende un viaje hacia su nuevo hogar. En su camino se encontrará con alguien del que sospecha si la está persiguiendo o no.

 

OPINIÓN PERSONAL:

Lo mejor para enfrentarse a esta película es el pleno desconocimiento. Tanto es así que he escrito yo misma la sinopsis de la cinta al ver como en cualquier fuente oficial sobre cine que he consultado, revelaba demasiada información, condicionando así toda sorpresa y giro argumental. Cuanto menos se atisbe de su argumento la experiencia del espectador se verá reforzada.

La propuesta que se nos presenta lo hace con una puesta en escena en dos partes bien diferenciadas y es por ello por lo que aconsejo leer de esta reseña solo sobre la primera parte si aún no se ha visto la película.

El comienzo de esa primera parte es muy ilustrativo. Nuestra protagonista interpretada por una estupenda Jules Willcox, nos muestra como realiza una ligera mudanza, se monta en su coche familiar y con el ruido de la radio de fondo se dirige a un rumbo desconocido. Observar a Jessica, que es el nombre del personaje principal, es denotar que algo le ha ocurrido. Sus silencios y la angustia que refleja su rostro en todo momento, ya desde el inicio,  nos hace percibir que algo no ha ido bien, que huye de ello y con premura. Aún no sabemos de qué se trata pero la información llega clara y de forma directa. Emprende su viaje llevando al espectador consigo como si de un pasajero más se tratase.

El guión firmado por Mattias Olsson es muy inteligente ya que consigue partir de tópicos muchas veces vistos en historias de películas de carretera donde dos conductores se rebasan mutuamente y el devenir que ello genera. Aquí consigue firmar una historia que va ascendiendo a otro nivel partiendo desde esa misma base. A su vez es muy interesante como parte la narrativa en diferentes episodios, diferenciando así escenarios y momentos de la historia. Otro elemento que incluye que le aporta frescura a la narrativa y originalidad.

Desde ese primer encuentro entre ambos conductores, ese antagonista, no deja de aparecérsele. Las sospechas de la protagonista son las mismas que tiene el espectador. Son momentos llenos de tensión que van aumentando con cada nueva aparición.

Hace que te preguntes si es una coincidencia, si es ella la que muestra una actitud recelosa de forma gratuita o si es producto de su imaginación debido a una mala experiencia previa y solo ha sido algo casual. Ese desconcierto es mutuo. Como espectador tomas partido porque te mimetizas con la protagonista pero aun así, sientes dudas aunque tengas el mismo presentimiento.

El momento de la gasolinera donde Jessica está hablando por teléfono con su padre y lo reveladora que es esa conversación para reafirmarnos que no está pasando por un buen momento personal y justo vemos un coche aparcar en un plano secundario, es aterrador. Esa sensación de acecho, de sentirte perseguida logra estremecerte.

Para muchos esta no será una película de miedo, pero es justo lo que me ha hecho sentir en esta primera parte. Porque produce verdaderos escalofríos sentir que es algo que podría ocurrirnos a cualquiera, que pese a saber que nos encontramos ante una obra de ficción, podría estar basada en una historia real y lo creeríamos. Y a ello le sumo el recelo que pueden provocarnos los desconocidos.

Cuando llegamos a la segunda parte todas las dudas posibles que hemos tenido hasta ese momento se disipan. No había nada casual. Los encuentros no eran fortuitos. Ha elegido a Jessica como podría haber elegido a cualquier otra víctima. Ha visto la oportunidad y sigue con su plan inicial que es  secuestrarla. Porque quiere. Porque puede. Si además a alguien le queda la incógnita de si esto es provocado por ese pique inicial de la carretera, es algo que también se esclarece por una respuesta que le da a Jessica cuando le hace su primera visita donde la mantiene secuestrada. Ahí le hace saber, tras el ofrecimiento de esta de darle el dinero que le pida como si de un rescate se tratase, que no es la primera persona que le ofrece ese trato.

Muy reveladora esa escena donde ella aguarda escondida tras una puerta intentando escapar, y le vislumbra mientras está comiendo y hablando por teléfono con su mujer ficcionando la realidad que está viviendo. El retrato que se hace en una escena tan simple de como las personas que creemos conocer y que nos son tan cercanas tienen dobles o triples vidas que desconocemos, de nuevo vuelve a ser aterrador.

Sumando el conjunto de ambas partes, me parece un relato basado en la simpleza de una historia que ya nos han contado otras veces pero efectista, con giros argumentales constantes y rodado e interpretado de forma elegante, con mucho gusto y que mantiene atrapado al espectador. El pulso narrativo se mantiene en todo momento y en sus 98 minutos de duración mantiene un alto nivel de tensión, (brindándonos una excelente escena de acción de persecución entre cazador y presa donde la naturaleza se torna en protagonista) que no cesa hasta su escena final.

En resumen, estamos ante una película que recomiendo totalmente para quienes disfruten con las historias de suspense, supervivencia y que tenga toques de terror. Con un nivel perfecto de simetría entre historia, reparto artístico y aspectos técnicos, se nos queda un producto perfecto para disfrutar de una buena tarde de sofá y relax. No os la perdáis.