viernes, 22 de julio de 2022

MEN, Alex Garland


MEN

Alex Garland

Terror/Intriga/Drama

2022

 

 

SINOPSIS:

Tras sufrir una tragedia personal, nuestra protagonista, Harper se retira sola a la hermosa campiña inglesa, con la esperanza de haber encontrado el lugar ideal para curarse. Pero alguien parece estar acechándola. Lo que comienza como un pavor latente terminará convirtiéndose en una auténtica pesadilla, habitada por sus recuerdos y miedos más oscuros.

 

 

OPINIÓN PERSONAL:

Que un proyecto venga avalado por el nombre de Alex Garland es sinónimo de la más alta calidad. Es un director de culto al que se reverencia especialmente por su trabajo en Ex Machina y Devs. Dos joyas de la ciencia ficción moderna.

El comienzo de la película arranca con nuestra protagonista en un momento claro y evidente de shock. Son imágenes a cámara lenta y de tonos anaranjados en pantalla. No hay diálogos, solo una canción sobre el amor. De un solo vistazo Garland (quien también ha escrito el guión) nos da toda la información contenida de forma críptica e hipnótica para atraparnos en apenas unos segundos.

Todo cambia y de repente vemos en otro momento (por su expresión no verbal podemos intuir que ha pasado un tiempo prudencial entre ambas escenas) como Harper conduce hacia un destino que visualmente se nos antoja hermoso y tranquilizador. Con esto rompe completamente con la escena de apertura y esa angustia inicial da paso a una sensación que arroja luz y desprende paz.

En esa transición de ambos momentos que hace Garland con una presentación breve pero tremendamente significativa, hace lucir uno de sus puntos fuertes como creador: compone una atmósfera sugestiva y llena de incertidumbre ante el devenir de los acontecimientos que te mantiene completamente dentro de la narración.

No pasan más de tres minutos hasta que vemos la primera seña de simbología de la película. Harper acercándose a recoger una manzana de un árbol. Ese paralelismo con el árbol del jardín del Edén mostrándonos a la primera mujer siendo la responsable del desastre. La mujer pecadora. Garland haciendo toda una declaración de intenciones desde el principio.

 


He de advertir que esta es una película que va a requerir un esfuerzo por parte del espectador. Garland quiere la participación de quien la esté visionando para que participe en lo que supone toda una experiencia. Tendrá que recomponer y dar sentido al relato, pero como os estoy argumentando desde el inicio no deja de decirnos y darnos pistas de qué trata la historia.

En cuanto al género, es una película de terror, así como lo podría ser de intriga por el suspense con el que trata el imaginario en el que nos sumerge y todo un drama por la propuesta moralista que se dispone a contarnos. Porque Garland sabe perfectamente que quiere contar y como desestructurar toda una historia para que logre ser atractiva para el espectador y se sumerja en una vorágine de puro horror para que intentando llegar a su verdadero mensaje nos permita reflexionar y cuestionarnos a nosotros mismos y de paso a la propia sociedad.

Con esta propuesta y su inicio, podría haber derivado en un sinfín de historias que ya conocemos y aquí el director, se plantea hacer algo único. Un relato innovador, impactante y que no dejará a nadie indiferente.

Harper pierde a su marido y para afrontar los efectos post-traumáticos de dicho suceso elije un destino para poder retirarse, aislarse y descansar. Requiere con urgencia de un periodo de sanación. Es a partir de ahí cuando comienza su pesadilla, un camino desde lo idílico de la campiña inglesa hacia el horror más descarnado.

Esa recuperación de la que hablaba anteriormente se hace patente en el momento donde Harper sale a dar un paseo a conocer los alrededores donde se ha instalado y siguiendo un camino encuentra un túnel. Una metáfora perfecta donde simboliza el estar dispuestos a enfrentarnos a aquello que nos aterra, nos atemoriza o no sabemos cómo gestionarlo.

 


La acción presente de la historia se va a ver alternada a través de flashbacks para ir desgranando qué ocurrió y como era la relación con su marido. Es el contexto que necesitamos saber porque es de vital importancia entender qué paso, qué llevo hacia ese momento y cuales han sido sus secuelas.

Conforme va avanzando la trama para muchos espectadores puede irse complicando en un primer visionado entender que quiere transmitirnos Garland, especialmente en su tercio final, lo que puede concadenar en múltiples teorías.

Me gusta cuando un creador me ofrece un material sobre el que yo como espectadora he de ser participe construyendo y ensamblando todas las piezas del puzzle que me propone, aunque esto puede causar frustración en otros espectadores.

 

SPOILERS

Garland pretende provocar e incomodar ofreciéndonos el mejor alegato feminista que he visto en mucho tiempo. Si hay alguien que ha hecho una defensa en contra del heteropatriarcado y del totalitarismo masculino transformándolo como una denuncia y crítica social, ha sido él.

Algo que me costó reconocer (no vi el tráiler ya que vi que ahí se revelaba) que la mayoría de los hombres están interpretados por el mismo actor. Estaba tan inmersa en la película que me costó darme cuenta de algo que debería haber sido muy evidente. En varios momentos llegue a plantearme si todo lo que vemos es real, si hay un juego onírico detrás de algunos momentos que estamos viendo.

Harper ve un reflejo de cómo son todos los hombres ahora. Es en el título donde se encuentra el mayor spoiler. Nos avisa de lo que trata a modo de advertencia. Pretende hacernos sentir entendidas y obligar al sexo masculino a reflexionar sobre sus propias conductas y prejuicios. Vemos a Harper como el ejemplo perfecto de las situaciones cotidianas ante las que vive una mujer, a veces impasible en situaciones con comportamientos fuera de lugar o preguntas inadecuadas, en otras deseando gritar a pleno pulmón como rebeldía. Y en ello vemos los distintos rostros del hombre, esto canalizado en la escena brutalisima  y grotesca del parto. Tenemos al personaje que la persigue, ese hombre desnudo que la amenaza con su apariencia utilizando su poderío corporal y la supremacía que esto puede ejercer sobre ella. Representa el acoso sexual, con el predominio del hombre sobre la mujer y que con solo su presencia le está agrediendo como ser humano. Tendremos a la representación religiosa a través del cura, que además llega a tener comportamientos poco heterodoxos con su condición religiosa y siempre instigándola sobre la culpa (aquí enlazamos con el árbol que vimos al principio y como mordía la manzana).

También encontramos al infante: ese niño representando al hombre infantilizado. No llegando este a desarrollarse como un verdadero adulto y justificando así comportamientos pueriles. Y tenemos a su casero, un hombre amable y aparentemente no problemático pero siendo el perfecto ejemplo de aquellos que mantienen una misoginia oculta y finalizamos con su ex marido que es el origen de todos sus problemas. La escena es absolutamente extravagante e imposible de olvidar. 


El trabajo por parte de Jessie Buckley es simplemente inconmensurable. Sus últimos papeles no dejan de ampliar su rango interpretativo y dejarnos conmovidos en cada nuevo rol. Y por supuesto no puedo dejar de mencionar el trabajo de Rory Kinnear reflejando aquí una condición camaleónica impresionante y pocas veces vista.

La vorágine en la se nos sumerge en su resolución final es una absoluta locura total. No puede dejar a ningún espectador indiferente. Si bien creo que gran parte de la audiencia se sentirá desconectada o no entenderá de primeras qué nos está contando, quienes consigan aceptar la propuesta y se adentren en ella hasta el final, lograrán completar una experiencia inolvidable.

 FIN SPOILERS

 

En resumen, estamos ante una película compleja, ardua de entender y muy fascinante por lo enigmático de su propuesta y la belleza de su puesta en escena. Garland sigue marcando la diferencia en su reto al espectador, en la composición de escenas tan bellas como desasosegantes y manteniendo atmósferas que logran embaucarte por completo. Para mí, una de las películas de este año.

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