TITULO: El asesino del rompecabezas
AUTOR: Nadine Matheson
TRADUCTOR: María José Díez Pérez
GENERO: Thriller/Crimen/Misterio
EDICION: Tapa blanda con solapas
EDITORIAL: Catedral Noir
AÑO: 2021 (publiación original)
PAGINAS: 538
SINOPSIS:
Cuando una serie de cadáveres empiezan a aparecer a orillas del río Támesis, la inspectora Anjelica Henley teme que pueda ser obra de Peter Olivier, el famoso asesino del rompecabezas.
Pero eso es imposible; fue ella misma quien le dio caza y logró meterlo entre rejas.
Aunque Henley esperaba no tener que enfrentarse de nuevo a él, sabe que solo puede recurrirá Olivier para dar con su imitador. Y cuando Olivier sea conocedor de los nuevos asesinatos, ayudar a Henley será lo último que tenga en mente…
OPINIÓN PERSONAL:
Hacía tiempo que no tenía
entre mis manos un thriller que devoraba con tantas ganas y cuya historia no me
dejase respiro en su lectura. En su prólogo, se nos relata como un ciudadano
corriente, mientras da un paseo con su perrita, se encuentra con parte de un
cuerpo descuartizado. Desde otra ubicación, una profesora de arqueología
descubre horrorizada tras el grito de una alumna parte de otro cuerpo. Y de
nuevo, lejos de los dos lugares anteriores, un montador de piscinas encuentra un
nuevo descuartizamiento. Un brazo, un torso y una pierna respectivamente son
las piezas humanas de un rompecabezas por resolver y que no ha hecho más que
comenzar.
Con un
inicio que atrapa de forma instantánea, estamos ante la opera prima de su
autora, una abogada criminalista y que ha sido premiada con el City University
Crime Writing. No es para menos, en esta ocasión y esperemos que sea la primera
de muchas, logra
ofrecernos una historia compacta, bien estructurada y con un ritmo que no deja
tregua al lector. Y eso es justo lo que le pido a este tipo de
historias. Que logren mantenerme enganchada desde su inicio hasta la resolución
de su misterio. Y puedo confirmar que así ha sido en esta ocasión.
A lo largo de la lectura vamos a encontrar diversos guiños a dos clásicos del crimen llevado a cabo por asesinos en serie. Uno es clarísimo a la obra magna de los 90, que cambió el género cinematográfico del thriller a partir de ese momento, a manos del maestro David Fincher. Deduzco por lo obvio que es, que no es algo meramente casual, sino que es un homenaje a Seven y a todo lo que ha significado tanto para creadores como para fans del género. Y la segunda referencia clara es sobre un personaje secundario que tiene muchísima presencia cuando aparece: Peter Olivier, el que fuera el famoso asesino del rompecabezas original. Se nota que la autora ha querido plasmar la relación de obsesión de éste con la Inspectora de su caso y del nuevo asesino, Angelica Henley asemejándose a lo que ya hizo Thomas Harris en su obra El silencio de los corderos. La autora es inteligente porque no copia, sino que toma la referencia y lo convierte en algo distinto pero no negando de donde viene la idea tornándose en una especie de tributo a iconos del género.
“Los tres monos sabios. Es un proverbio: no ver el mal, no escuchar el mal, no decir el mal”
Hay un buen
trabajo previo a la escritura de la historia y se nota por cómo van encajando
las piezas a medida que vamos avanzando en la trama y como ha ido tejiendo la misma
con sus subtramas y personajes para que todo tenga un sentido y además no deje
de sorprenderte de forma constante a lo largo de los capitulos.
Algo que me ha gustado, es que se nos ofrecen ciertos datos personales acerca de los personajes principales y secundarios para darnos un contexto de quienes son o por qué llegan a comportarse como lo hacen pero Matheson lo hace de forma ligera y bien insertado en la trama, quedan bien presentados al lector sin perderse ni ralentizar el relato principal. En todo momento es consciente de que esta es una historia criminal, de persecución a un asesino en serie, que todos están en peligro y que se debe resolver el caso cuanto antes para que no haya más heridos ni víctimas mortales.
“Se había puesto hecha una furia cuando le había asignado la investigación de un asesinato, pero no podía pasar por alto la sensación electrizante que había recorrido su cuerpo. La muerte era su adrenalina, y eso era algo que la asustaba”
Hay otro signo de distinción en esta historia, y es que la autora no se detiene ante ser explicita. De forma habitual en narraciones de este tipo donde ocurren crímenes salvajes y muy violentos, suelen describirse de forma que no suscite ni hiera ningún tipo de sensibilidad en el lector. Aquí Matheson relata de forma cruda y descarnada la realidad de lo que está ocurriendo y es algo que logra transmitir de una forma más veraz la siniestra oscuridad de la naturaleza humana.
“Si te hace sentir mejor, no sentirás nada, pero creo que ver lo que te voy a hacer te va a volver loco”
En resumen, estamos ante una novela perfecta
para poder leer prácticamente del tirón (como me ocurrió a mi), con una trama
tremendamente adictiva, con un ritmo acelerado en todo momento y donde sientes
que todos los personajes están en peligro. La autora sorprende durante el
transcurso de la historia y en su tercio final. Recomendada para seguidores del
género del psychokiller y de historias de crímenes.
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