LA HIJA OSCURA
The lost daughter
Maggie Gyllenhaal
Drama
2021
SINOPSIS:
Sola en unas vacaciones junto al mar, Leda, se ve consumida por una joven madre y su hija mientras las observa en la playa. Intrigada por su atractiva relación, Leda se siente abrumada por sus propios recuerdos, la confusión y la intensidad de la maternidad. Un acto impulsivo lleva a Leda al extraño y ominoso mundo de su propia mente, donde se ve obligada a enfrentarse a las decisiones poco convencionales que tomó como madre joven y a sus consecuencias.
OPINIÓN PERSONAL:
La ópera
prima de Maggie Gyllenhaal ha cumplido todas las (altísimas) expectativas que tenía
ante su primer trabajo como directora. En el que además ha escrito el guión,
adaptando la novela del mismo nombre de la escritora italiana Elena Ferrante.
No os
hablaré de lo que me ha gustado esta película, sino de que me ha impactado. Son
varias las horas las que han pasado desde que terminé su visionado y aún sigo
rememorando escenas y otorgándole el significado adecuado a cada una de ellas.
El inicio es
revelador, aunque no en el sentido que ha terminado siéndolo realmente. Pero la imagen es poderosa y augura una decadencia y una
subyugación ante la vida bastante contundente.
Si por el título o por algún momento del inicio podemos creer que nos encontramos ante una historia de misterio o de thriller ante la búsqueda de una desaparición, estamos completamente equivocados. Gyllenhaal nos presenta una mirada introspectiva, en numerosas ocasiones desde la mera observación del personaje principal, sin apenas diálogos donde la palabra no es la herramienta principal como recurso para dotarnos de información, sino los gestos y las miradas de los actores, especialmente en Leda interpretada por Olivia Colman. Su interpretación es inconmensurable. Exquisita en el detalle y dolorosa por su poder de transmisión. Todo cuanto vemos lo catalizamos a través de sus sentidos, como ve a los demás, como les interpreta, como le llega cada una de sus acciones. Esto se ha llegado a lograr gracias a una perfecta simetría y equilibrio con todo el reparto artístico. No hay un solo personaje que no esté bien interpretado o con cierto bagaje detrás esté o no desarrollado. Esta no es una historia coral, aunque si haya distintos niveles de tramas pero todos encauzados a una principal y con un personaje que es el todo y es el de Leda.
La película nos
presenta un tema que durante muchos años ha sido tabú en cualquier tipo de
propuesta artística por lo arraigada que está su concepción en la sociedad y es
el de la maternidad.
Aquí se nos presenta de una manera compleja y con una carga emocional muy
profunda, donde no se deja atrás la sexualidad de la mujer y el estado de
depresión que le puede conllevar esta nueva situación familiar. Esto se ve especialmente
reflejado en los flashbacks de Leda a cargo en esta ocasión de una impecable
Jessie Buckley donde vamos a poder entender que ha llevado a tener esas huellas
emocionales en la actualidad.
El tono es
intimista pero siempre realista. Tiene una preciosa fotografía y una música muy
adecuada para la historia, especialmente en esas escenas donde apenas hay
sonido y la atención se centra en la acción de lo que está pasando, convirtiéndose
en la ambientación perfecta.
La narración
está cargada de simbolismo.
La fruta, esa naranja que simboliza el nexo de unión con sus dos hijas. O esa
muñeca que la hace volver años atrás a quien fue y a los conflictos aún por
resolver. Toda la cinta está cargada de una doble lectura del viaje psicológico
tan brutal que realiza el personaje de Colman/Buckley.
Me gusta que
con escenas que escritas en papel no dirían gran cosa, contengan tanta información
al verlas representadas como cuando no quiere ceder su tumbona o cuando en su
tercio final tira las maletas por las escaleras. Es un reflejo del buen trabajo
aquí de todo el equipo, decirnos tanto con tan poco.
Habrá dudas
y surgirá el debate sobre su final, aunque me parece que la directora vuelve a
jugar con el simbolismo dándole como cierre de un modo hermoso en
contraposición a todo el viaje que hemos realizado desde el inicio de la
historia. Es una andadura desoladora por momentos y a veces difícil de
asimilar.
En resumen, Gyllenhaal nos brinda en su primera obra como directora, un relato acerca del paso del tiempo, lleno de dolor y fijando la mirada en la mujer y su relación con la maternidad y como ésta no ha de ser estereotipada y en como las mujeres no nacen siendo madres, sino que son personas y el proceso maternal no las transforma y las santifica. Es una historia de personajes humanos, de contrastes y de cómo se equivocan y de cómo sus actos tienen consecuencias. He quedado gratamente sorprendida y espero impaciente el nuevo proyecto de esta directora.
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